Luego del zipizape de ayer, los empujones y gritos, los socios de la CANACO y vendedores informales de Díaz Mirón coincidieron por segundo día; pero ahora en el café de La Parroquia, estuvieron a unas cuantas mesas, conviviendo cada quien y degustando del lechero, con miradas retadoras.
La representante de los vendedores de la alameda Díaz Mirón, Lidia Cabañas Pérez, aclaró que su presencia ahí, fue en son de paz, cuestionada de la propuesta de la CANACO para ubicarlos en un mercado en la zona norte y en un segundo piso en el mercado Hidalgo, explicó, “por qué hasta ahora, tuvieron diez años para proponer, no ahora que ya nos van a reubicar”.
El trasfondo de todo esto es sencillamente porque se le terminará el negocio de la prostitución a un hotelero de ahí, y la idea de la alcaldesa, Carolina Gudiño Corro es hacerlo un punto familiar, eso es todo, porque se dicen personas respetables y tienen ese negocio, me parece que no tienen calidad moral.
Esa calle de Abasolo estará muy bien iluminada, es acorde al proyecto de modernización de la Alameda Díaz Mirón, esta postura parece estar en contra de estos que va a beneficiar a todos.
“El proyecto de Abasolo deberá continuar, los de la CANACO no tienen razón, no puede ser respetable una persona cuando en su negocio tienen prostitución”.
A nosotros ubicarnos ahí ya no vamos a tener problemas para vender, nuestros clientes no van a caminar mucho, vamos a seguir unos pasos cerco, por eso respaldamos al ayuntamiento en este proyecto que están impulsando.