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Sección: Vía Correo Electrónico

Elba Esther Gordillo (I/III): EL REGRESO

Jorge Salazar García 27/08/2018

alcalorpolitico.com

Figura grotesca del charrismo sindical, impuesta al magisterio en 1989 por el siniestro presidente Carlos Salinas de Gortari; personaje arquetípico de la política antilaboral practicada en México en las últimas 3 décadas; “moderno” títere voluntario ($$) del neoliberalismo, usado como capataz con faldas; redivivo ejemplo nacional de narcisismo, codicia y traición. Con estas y de más maneras se ha calificado a la exsecretaria del Sindicato Nacional de trabajadores de la Educación (SNTE) y presidenta del mismo hasta que Peña Nieto la encarceló por instrucciones de Salinas. Quién la puso, la quitó, ¿la volverá a imponer?

El lunes 20 de agosto, la exdirigente de los maestros, hizo su primera aparición en público dando una conferencia de prensa frente a su séquito. Del análisis hecho al contenido de su mensaje y las maneras de expresarlo, se pueden deducir dos conclusiones; 1) Sigue siendo una persona manipuladora y egocentrica, la reclusión no la rehabilitó y 2) Esta decidida a recuperar el control del sindicato. Tal vez quien fue beneficiado por ella o espera serlo, de crédito a su retórica escolar de autoexculpación y víctimización (https://www.youtube.com/watch?v=vVCsNh7Rgh) pero los miles de trabajadores que han luchado contra su cacicazgo de 24 años, no le creerán “ni el bendito”.

Esa mañana, con pose teatral, la maestra afirmó ser víctima de una injusticia y se declaró inocente (mentira total). Dijo que su encarcelamiento era producto de una persecución perversa por no haber aceptado condiciones indignas (verdad a medias). Ofreció una disculpa lamentando la represión de que fue objeto el magisterio (actitud hipócrita) por haberse opuesto a la reforma educativa (mentira absoluta). De igual modo lamentó que los agremiados al SNTE no hayan sido defendidos por quienes debieron hacerlo, como resultado de una traición (verdad completa que la incluye). Y anunciando implícitamente su regreso, advirtió que los derechos del magisterio los defenderá con puntualidad (sin comentarios). Terminó su perorata de reposicionamiento, arengando con vehemencia “¡vamos…por una educación pública, gratuita y laica!” Por supuesto, se autocalificó como una persona íntegra y leal a los maestros (Mega-Mentira en ambos aspectos).



¿Fue leal al magisterio?

Una afirmación no puede ser falsa y verdadera al mismo tiempo, una condición excluye a la otra. La expresión de la señora de ser leal al magisterio se contrapone con la realidad histórica. Los trabajadores, nunca antes de su reinado habían sufrido peores condiciones laborales. La represión, la venta de plazas, protección de corruptos, aviadores, antidemocracia, condicionamiento de prestaciones, negocios en los centros escolares, son parte del glosario de crímenes acostumbrados durante su reinado. A eso no puede llamársele lealtad sino traición. Su integridad vuela en pedazos cuando dice estar preocupada por defender el espíritu de la educación pública. Sus actos gritan que miente: ella consintió modificar los articulo 3ª y 73 Constitucionales al gusto de los empresarios. Durante ¡24 años! fue íntegramente leal al sistema. Con cada uno de los 6 sexenio a los que sirvió, negoció los derechos de los trabajadores y la educación gratuita. Fue una guerrera del neoliberalismo y compraba el respaldo de sus compinches garantizándoles el saqueo del patrimonio sindical, recibir diputaciones, secretarias, apoyos ($) plazas, etcétera.

Por lo tanto, sí siempre actuó sin principios, su lealtad e integridad resultan insostenibles.

¿Por qué la encarcelaron?

Por su soberbia. Se creyó estar por encima hasta del presidente. Su enfermiza egolatría le hizo pensar, equivocadamente, que podría hacer su voluntad siempre. Dos exigencia la hundieron: pedir para sí, la Secretaria de Educación Pública y mantener el poder para nombrar a funcionarios en esa dependencia. Ninguna de esas demandas tenían viabilidad ante un régimen entregado a los empresarios. La orden de “Mexicanos Primero” era quitarle al SNTE el control de la Educación. En consecuencia no hubo otro remedio que encarcelarla. Temerosos, sus secuaces, doblaron la testa ante la amenaza del Estado de proceder igualmente contra ellos. Estos a pesar de haber sido

generosamente beneficiados por la jefa, cobardemente la traicionaron. No cabe duda, como reza la sentencia bíblica (Mateo:7:2) “con la vara que mides, serás medido” Continuará…