La Procuraduría Federal del Consumidor por lo regular cae en la corrupción y no hace bien su trabajo, acusó el empresario gasolinero, Eugenio Rojí Uribe, quien destacó que a pesar de esta situación, apoyan la decisión del Senado de castigar a las gasolineras que no den litros de a litro.
“PROFECO no trabaja con honestidad, los inspectores ya sabemos de qué viven, ya lo hemos visto, antes cuando se robaba mucho estaban de acuerdo con los que robaban, si no ¿por qué no cerraron las gasolineras? La verdad había mucha corrupción, estamos totalmente sin defensa con PROFECO, estamos a criterio de personas que no nos consta que trabajen bien”
Agregó que las quejas que interponen contra los inspectores sufren de la burocracia y cuando llegan a México, es difícil que les hagan caso.
Expresó que en algunas ocasiones los inspectores de la PROFECO, llegan y levantan multas aún por situaciones que no ameritan sanciones.
“Es que vienen a levantar sanciones que no existen. Por ejemplo en el movimiento de nuestros aparatos que son electrónicos y complicados, tiene ciertas calcomanías, pero si está raspada porque que está a la intemperie o porque la gente la rasque, eso ya nos causa sanción, aún y cuando la bomba trabaja bien”.
Agregó que porque la cuantificación de litros varíe sólo por mililitros cuando hacen pruebas de velocidades, también esto amerita una sanción.
Sobre la sanciones, dijo que desde hace mucho tiempo debieron haberse aplicado, “el gobierno todas las cosas las hace lentas”, agregó que con base en datos que dio a conocer la PROFECO, el 80 por ciento de las gasolineras no entregan completos los litros.