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Sección: Estado de Veracruz

Empresas deben sumarse para desarrollo sostenible de México

El país debe enfocarse en la lucha contra el hambre, agua limpia y saneamiento: Estudio

Miguel Valera Xalapa, Ver. 22/04/2021

alcalorpolitico.com

Si bien los Estados son los principales responsables de asegurar el cumplimiento y seguimiento de la Agenda 2030, las empresas privadas son un factor determinante a la hora de acelerar la transición hacia un desarrollo más sostenible e impactar positivamente en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), así lo asegura un estudio elaborado por Pacto Mundial México.

El informe denominado Las empresas mexicanas por la Agenda 2030 en la Década de Acción considera que, a través de la integración de los aspectos medioambientales, sociales y de buen gobierno en las estrategias corporativas, las empresas pueden alinear su agenda con los objetivos de desarrollo sostenible más relevantes para su negocio y contribuir así a la consecución de estos mismos por medio de su actividad económica.

Asimismo, menciona que, en la lucha por un desarrollo sustentable, México tiene que seguir enfocando sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, el agua limpia y el saneamiento, la garantía de un trabajo digno para todos, la industria, innovación e infraestructura, la reducción de las desigualdades, la lucha contra el cambio climático y la existencia de instituciones sólidas que aseguren la paz y la justicia, señala.



“Estos retos no han hecho más que acentuarse con la crisis por COVID-19, sobre todo las situaciones preexistentes de desigualdad que están condicionando la gravedad de los impactos sobre los diferentes colectivos y clases socio-económicas, las cuales no se ven afectadas con la misma severidad. Por tanto, el reajuste de la ambición y la acción de las empresas mexicanas, con un enfoque más a largo plazo que integre los principales retos ambiental, social y de gobernanza, será clave para asegurar una recuperación sostenible, inclusiva y competitiva”.

Por ello, los expertos de Pacto Mundial México consideraron que, los retos de la sostenibilidad requieren más que nunca de una acción empresarial sólida, relevante y de alto impacto, ya que muchos estudios evidencian que la pandemia ha tenido un impacto muy negativo en todas las regiones del mundo, tanto en términos de salud, como de educación, pobreza y empleo, entre otros.

“Sin embargo, esta situación también ha dado lugar a una mayor conciencia sobre la importancia de la integración de una gestión responsable del negocio. En efecto, frente al shock sistémico que representa esta pandemia por COVID-19, las compañías que ya estaban integrando aspectos de sostenibilidad han sabido responder mejor a los nuevos retos demostrando una mayor capacidad de adaptación o resiliencia, que las que no lo hacían”.



Esto, opinan, se debe a diversos factores: Mayor integración de los riesgos extra financieros, mejor gestión de los recursos humanos, capacidad de innovación y flexibilidad para responder a los nuevos retos. “Además, ese buen desempeño se ha visto recompensado por los mercados financieros ya que, a pesar de que los índices de las bolsas se desplomaron drásticamente a nivel mundial, las empresas líderes en materia de sostenibilidad mostraron un comportamiento relativo mucho mejor que la media.”

Existe una falta de comprensión entre el vínculo de las acciones que pueden llevar a cabo las empresas y su impacto en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas. Entre la ambición y los recursos asignados. No se ha evidenciado un vínculo directo entre la prioridad otorgada a los ODS y el presupuesto específicamente asignado.

El monitoreo, el seguimiento y la medición como tarea pendiente. Si bien muchas empresas llevan a cabo acciones de impacto, son pocas las que llevan a cabo un seguimiento y, sobre todo, una medición de su impacto.



Al analizar los avances que han hecho las empresas para alcanzar un desarrollo sostenible, el estudio refiere que se buscan más “quick wins” que “big wins”. Es decir, que se ha identificado una mayor actividad en acciones que requieren menos recursos tanto humanos como financieros, aunque pueden generar mucho impacto, los llamados quick wins”, en relación a proyectos más ambiciosos que requieren más dedicación o inversión por parte de las empresas, los llamados “big wins”.

A su vez, la implicación y el compromiso empresarial con los retos sociales está en el primer puesto, ya que existen un mayor compromiso de las empresas con los aspectos más sociales de la Agenda 2030, con un foco especial en los empleados.

Por su parte, el cuidado del planeta está relegado a un segundo plano a pesar de las evidencias de la ciencia. Aquellos objetivos vinculados directamente con la conservación ambiental (acción climática, protección de ecosistemas acuáticos y terrestres) han quedado relegados a las últimas posiciones del interés de las empresas, especialmente de las grandes empresas”.



La gobernanza, la ética empresarial y la transparencia tienen una baja importancia preocupante, ya que se ha identificado una falta de protagonismo de aquellos objetivos del desarrollo sostenible vinculados con el buen gobierno de las empresas (en especial el ODS 16, que ha sido elegido como prioritario solo por un 2% de las grandes empresas), que representan uno de los pilares de la gestión responsable del negocio.
El informe concluye que, a pesar de los impactos negativos causados por la crisis sanitaria, es necesario preservar la Agenda 2030 y cumplir los ODS, porque son precisamente los déficits de desarrollo, el incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los retrasos en las metas actuales los que han realmente visibilizado las vulnerabilidades de los países y sistemas.

“De hecho, el virus está dejando expuestas fragilidades estructurales que podrían haberse atenuado en el pasado mediante respuestas de desarrollo más rápidas, efectivas y universales; incluso exacerbando en muchos casos desigualdades ya existentes. Por ello todas las respuestas que busquemos como sector empresarial deben apuntar de forma similar a proteger a las personas y al planeta, preservar los logros del desarrollo, garantizar la igualdad, promover los derechos, la responsabilidad y la colaboración, y poner a las personas en el centro”.