En cinco años han fallecido 30 niños que padecían cáncer en la zona Sur de Veracruz y se teme que sea a consecuencia del agua destilada que contenían los medicamentos utilizados para las quimioterapias, tal y como lo informó el gobernador del Estado, Miguel Ángel Yunes Linares.
Al respecto, Sara Márquez Romero, presidenta de
Casa de Amor, dijo que muchos menores que murieron dejaron el tratamiento, debido a que el medicamento no les funcionaba.
Abundó que tuvo que ver la noticia en diferentes medios de comunicación para creerla.
“Queremos ahora que los medicamentos bajen, que les den de verdad una esperanza de vida a nuestros pequeños”, indicó.
A través de un comunicado, la Directora honoraria de la asociación, Gloria Santos Navarro, informó a los medios de comunicación que los hechos realizados con los medicamentos durante la administración de Javier Duarte de Ochoa son “actos criminales”.
“Aseveramos el repudio total y absoluto de los hechos que calificamos como atentado a la vida de aquellos que desafortunadamente padecen esta enfermedad y recalco que cada uno de los funcionarios y dependencias involucradas en este caso, están obligadas a rendir cuentas ante las autoridades correspondientes. Sé que no se puede reparar el daño hecho en cada familia, pero seguiremos velando porque a cada niño se le administren los medicamentos correctos y dar con ello una esperanza de vida”, decía el documento.
Muere su hija hace 4 meses, de cáncer
La señora Isabel López García, refirió que su hija, de 17 años de edad, murió hace 4 meses y al conocer la noticia de que suministraron agua destilada a varios pequeños, aseguró que no lo podía creer.
La mujer exigió justicia en nombre de los niños que perdieron la vida por culpa de esas personas que participaron en estos sucesos y solicitó a la sociedad en general unirse para buscarla.
Destacó que muchos niños tenían muchas ganas de vivir, pero los políticos sólo les interesa robar dinero.
“Cuando a un hijo se le detecta esta enfermedad, es una situación tan difícil que se vive, tanto para ellos como para uno como padre. En nombre de mi hija que desafortunadamente perdió la batalla y, créanme, la batalla no la perdió por falta de ganas de vivir; ella tenía 17 años y tenía una vida por delante y tenía muchos sueños por vivir y no se vale que por criminales que llegan al poder ella haya muerto”, dijo.