En el IVD no se cumple con la función, hasta ahora

Las oficinas del Instituto del Deporte, estuvieron acéfalas ayer, pues desde el responsable de intendencia hasta el patrón se fueron a Jalapa, la capital del estado.

El pretexto: acudir a la guardia de honor en el monumento a Miguel Hidalgo, allá en el parque mejor conocido como Los Berros.

En la capital, se apareció ya como relevo de Alonso Barrientos, el porteño, eso dice ser él, Rafael Belmonte Olivares, quien es, obviamente por recomendación de Carlos Sosa Lagunes, el nuevo responsable de desarrollo del deporte pero igual, estuvieron todos los demás que se supone colaboran con Roberto Bueno Campos, el Flamer, excelente para embarcarse en declaraciones sobre política, pero que del deporte sabe, lanzar pelotas en el beisbol y párele de contar.

Se dice que Roberto no atiende ni declara sobre el deporte, porque no conoce de eso y menos de su administración, pero en fin, ya lo colocaron allí y ahora a aguantarlo, mientras la comunicóloga Idalia González Pérez que no sabemos si respetando la normatividad, es la que dizque maneja los aspectos financieros del IVD

Voces surgidas dentro de los mismos funcionarios del IVD dicen que quien en realidad tiene el poder en todos sentidos en el Instituto es un tal José Rodríguez Escandón, quién por años ha hecho negocios buenos y malos dentro del Instituto, pero en tierra de ciegos, para qué les platicamos. Es hasta ahora que se atreve a salir al balcón abiertamente y no sólo eso, acusa al anterior director, José Luis Izquierdo, de manejos turbios en el asunto de los billetes, motivo por el cual se indica, se fue el zurdo.

Lo que no dicen ni José Rodríguez Escandón ni la comunicóloga, que no contadora mí licenciada en administración de empresas, Idalia González, es que todo pago o adquisición en la administración de izquierdo, tenía que pasar por ellos, por Idalia González y el poder tras el trono, José Rodríguez Escandón. Quizá por eso el llamado couch, José Luis Izquierdo está tranquilo realizando sus actividades en el futbol americano y a la espera de ser llamado a otra posición, en reflejo de la lealtad que se dice, le tiene a Fidel Herrera. En vía de mientras, primero Carlos Ortiz Alarcón y ahora, el perro Alonso Barrientos gamboa, se han ido del Instituto, gente afín a izquierdo y con el cual en el PRI, a decir verdad, en su momento, realizaron una gran labor.

Mientras el autobús del IVD les es negado a los deportistas de todas clases, sí en cambio está listo para transportar a la gente del IVD para que le vayan a rendir honores a los héroes de la patria, obligación que es muy cierta, se debe cumplir, lo que no se vale es que mientras los deportistas anden mendingando los apoyos, los señores del IVD, pese a los numerosos vehículos con que cuenta esa dependencia, usen el transporte que debía estar destinado a los que sudan por Veracruz, pero que a diferencia de los funcionarios del Instituto que debía manejar Roberto Bueno, anden por allí comiendo tortas y sandwichs, mientras el Flamer mayor y los suyos, se la pasan en los mejores restaurantes, como este martes ocurrió en el asadero cien, sitio de ingestión de alimentos de los esforzados capistotes del ente rector del deporte en Veracruz que así recuperaron las energías por la heroica forma en que soportaron su estancia de minutos en Los Berros y en la fea capital de Veracruz, como algunos la califican.

Asociaciones limosneras

Poco a poco se va gestando algo que se debe aclarar de inmediato. Entre los señores del Instituto, en los funcionarios, existe la creencia de que se le hace un favor a los deportistas, a los directivos de asociaciones, con canalizarles los apoyos a los que legalmente tienen derecho.

De buena fuente conocimos este martes que, durante la pasada reunión de Roberto Bueno con las asociaciones, en donde el Flamer solo estuvo unos minutos por sus múltiples compromisos, ya le dijeron a los responsables financieros del IVD, que no se debe seguir considerando a las asociaciones como peticionarias de limosnas, porque es obligación del Instituto darles los recursos económicos o materiales a que tienen derecho para ellos y sus deportistas, siempre que los compromisos deportivos en que deban intervenir estén dentro de las competencias oficiales y debidamente avaladas por las federaciones y es que, tal parece que allí, en el Instituto del Deporte, algunos todavía tienen esa idea, que se les hacen favores a los ciudadanos veracruzanos practicantes del deporte o sus dirigentes, olvidándose de algo fundamental, que ellos son los simples servidores públicos

De igual manera, se conoce, que ya se planea pedirle al Instituto como representante en el deporte del gobierno de Veracruz, que se informe oportunamente a los directivos y por consecuencia a los deportistas, acerca de las cantidades en efectivo, material deportivo y eventos que serán auspiciados con los recursos que el Gobierno destina al deporte, que no es otra cosa que el dinero de los ciudadanos, no de los dueños del Instituto como sienten que es.

Roberto Bueno, es cierto, se sabe, cuenta con el respaldo del Gobernador, pero igual se decía con Sosa Lagunes e Izquierdo, finalmente se fueron porque no funcionaron y menos al ritmo del hombre que en Veracruz manda y sabe cómo se ejerce el poder, para ejemplo, el dos de septiembre.

Todos se quejan del Instituto y así como hay directivos serviles que por un uniforme o una mínima cantidad de apoyo para sus compromisos deportivos, ya no saben si hacerle fiesta al IVD o qué, pero también hay otros que conocen sus derechos y obligaciones, por lo que el Gobernador pronto pudiera enterarse de que en realidad, si Roberto fue allí para operar políticamente, al menos en el deporte no la está haciendo. Ni está procurando la buena imagen de un gobernante ejemplar, como lo es Fidel Herrera Beltrán.