En el nombre de Themis, hoy es doce de julio, “día del abogado”

Uno y mil pretextos para celebrar el Día del Abogado. Ayer el ayuntamiento local rindió homenaje a algunos de ellos de los que en realidad, con todo respeto para los cuates homenajeados, sólo destaca y brilla con luz propia, el maestro Vicente López Estrada, a quien la historia y el sistema, definitivamente no le dieron ni le darán el lugar que merece.

Su único pecado, es conocer derecho y dicen los enterados, el haber sido director de la entonces policía judicial que para muchos, sin justificación alguna, le impidió ser Procurador General de Justicia, cargo en el cual le hubiera dado verdadero lustre a la muy venida a menos dependencia estatal.

López Estrada, de extracción humilde, se convirtió en su momento en un ejemplo claro de lo que era ser humilde y conocedor del Derecho.

Nunca fue político, si no quizá lo hubieran premiado con la Procu.

Fue como funcionario un ejemplo y maestro de generaciones. Como catedrático de la facultad de Derecho, igual toda una lección cada una de sus clases. Ejemplo típico del concepto real de la amistad, a Vicente, el ayuntamiento en la persona de Ricardo Ahued Bardahuil, le rindió un homenaje.

Vicente se equipara a profesionales del Derecho que en su paso por los diversos puestos públicos, dejaron una huella positiva, como Fernando García Barna, Salvador Bouzas Guillaumin, Othoniel Rodríguez Bazarte, Narciso Zavaleta López, Luis Quinto Oliveros, Adalberto Moreno, el recientemente fallecido Gustavo del Valle de quien circula una anécdota, que entre otras lo han hecho pasar a la posteridad, Manuel Mejías Huerta, el mismo Pericles Namorado Urrutia en su primera época, sin olvidar a personajes actuales como el mismo Alberto Islas y Bertoldo Reyes Campuzano, gente que sin ser todos, le dieron brillo a la judicatura. Otros, ni la pena vale acordarse, pues han sido puntos negros y culpables de que a los abogados se les equipare con verdaderos delincuentes y vergüenza del gremio.

En estos tiempos de mercadotecnia absoluta, sigue vigente aquello de que no todo lo que brilla es oro. No se sigan guiando por los trajeaditos, a veces con cerebro malo para el derecho, pero excelente para enriquecerse a costa de los clientes.

Pero para quienes se lo merecen una sincera felicitación en esta oportunidad. Por los que se fueron.