En la casa de la abuela

Con este título y subtítulos intentaré escribir una serie de reflexiones comparativas entre los valores que se aprenden en casa, trascienden al comportamiento del individuo en el medio social y finalmente aplican al sistema de vida que nos hemos dado conforme al modelo de democracia que distingue al estado mexicano.

Lo haré recordando que la autoridad radica en el pueblo y es él quien por su voluntad expresa mandatos que los mandatarios deben acatar en lo moral como en lo material para alcanzar los fines últimos de nuestra organización política, es decir el Estado.

Más de 50 millones de ciudadanos fuimos a las urnas el pasado 1 de julio. La fiesta electoral de los mexicanos fue ejemplar según se ha reconocido por el orden y libertad con que se comportaron los electores, más de 3 millones de ciudadanos como usted o como yo participaron de todas las formas posibles que prevé el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales COFIPE, desde el Instituto Federal Electoral IFE como Organismo público permanente encargado de organizar las elecciones, El Consejo General del IFE, Juntas Locales y Consejos Distritales, representantes ciudadanos en las 142 mil 894 Mesas Directivas de Casilla que se instalaron para que a temprana hora de aquel domingo pudiéramos emitir nuestro sufragio en las urnas instaladas en ciudades, pueblos, congregaciones, rancherías, colonias y hasta los lugares más recónditos del país.

Miles de mexicanos participaron acreditados ante las mesas que vieron, contaron boletas y firmaron actas de escrutinio en representación de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Alianza (PANAL), del Trabajo (PT), Verde Ecologista (PVEM) y Movimiento Ciudadano (MORENA).

A ellos agregue usted los observadores ciudadanos nacionales y extranjeros que estuvieron durante toda la jornada pendientes del desarrollo del festín democrático y todos, absolutamente todos reportaron a sus causas sin novedad. Todo ello para que después del segundo conteo de voto por voto casilla por casilla que se hizo desde el miércoles 4 hasta el domingo 8 de julio en que se escrutó el resultado de la elección de los 300 distritos electorales federales, 64 formulas de senadores y la elección del presidente de la República, el frustrado candidato de las llamadas izquierdas, saliera como se esperaba a reclamar la nulidad del proceso electoral.

La Organización de las Naciones Unidas ONU a través del grupo de Observadores Extranjeros, La Conferencia Nacional de Gobernadores, incluido Marcelo Ebrard Casaubón, jefe de Gobierno del Distrito Federal, Arturo Núñez gobernador electo de Tabasco, ambos militantes distinguidos del PRD y mandatarios de otros países del orbe reconocieron y felicitaron al pueblo de México y a su presidente electo, el señor Enrique Peña Nieto por su legítimo triunfo en las urnas. Tantos no podemos a un tiempo estar equivocados.

A Enrique Peña Nieto corresponde ahora encabezar legítimamente el nuevo gobierno a partir del próximo 1 de diciembre.

Respeto a la voluntad ciudadana es la exigencia de la sociedad ya demasiados problemas económicos y sociales nos agobian ¿Por qué jugar peligrosamente con movilizaciones estériles que sólo estados de riesgo producen como el caso del imbécil que en céntrica calle de Xalapa apuntó su arma contra los marchistas del “#YoSoy132” a quienes de haberse activado habría dado mártires para continuar sus movilizaciones. ¿Por qué el señor Andrés Manuel López Obrados insiste en faltar al respeto a los que no votaron por su alianza de partidos?, pregunto porque yo no encuentro respuestas.

En la casa de la abuela siempre se aprendió a respetar, nunca se gastó más de lo que había, nunca se desperdició nada, nunca hubo soberbia me dijo entre otras cosas el entrañable amigo Cesar Forte García, una tarde de esas agradables que se disfrutan con su amena plática mientras se degustan las exquisitas viandas y aromático café en su “Hostal del Quijote”, en Xalapa, días antes de partir para la tierra de sus mayores allá en España dónde disfruta de una merecidas vacaciones. Quien no aprende bien en casa a respetar al prójimo y su palabra, poco o muy poco vale en la vida, me dijo y yo estoy de acuerdo.