La mayoría de mujeres que abortan en el país son católicas, por lo que contrario a la “cerrazón”, dicha Iglesia debe tomar una postura acorde a la realidad y cercana a sus creyentes.
Al afirmar lo anterior, la coordinadora del Área de Violencia de Género y Derechos Humanos de “Católicas por el Derecho a Decidir”, María de la Luz Estrada, señaló que más del 80 por ciento de las 200 mil interrupciones de embarazos que se practican en la Ciudad de México profesan esa religión.
“Están interrumpiendo sus embarazos a pesar de que las excomulgan porque están tomando decisiones para su vida, no son caprichos”, sostuvo la activista.
Dijo que le llama la atención que el catolicismo no hable del respeto a la libertad de conciencia, “porque quien se muere en un aborto son las mujeres y las que viven solas para continuar con un hijo son también las mujeres”.
Lamentó además que un grupo de católicos en todo momento están supuestamente promoviendo la vida, pero no fijan una postura en relación a la gran cantidad de feminicidios que se registran en la entidad.
En este contexto, aseguró que existe cierta incongruencia dado que por un lado señala que el Estado amenaza la cultura de la vida, pero desatiende el Derecho Canónico, que establece causales y atenuantes de protección a las mujeres que, cuando están en situación de riesgo y de miedo, no deben ser excomulgadas.
Detalló que en los cánones 1300 y 1322 se encuentran definidos dichos atenuantes, pero la Iglesia no los aplica para sus feligreses, sino que se va por un tema más de moralidad.