La Procuraduría Estatal del Medio Ambiente encontró un contenedor abandonado en un terreno ubicado en la avenida Rafael Cuervo de este puerto, cerca de un taller de reparación de unidades de carga con enorme cantidad de ampolletas, posiblemente vinculadas a las encontradas en playas de Boca del Río la semana pasada.
La lidocaína o xilocaína es una clase de fármaco llamado anestésico local. Es muy utilizada por los odontólogos. También tiene efecto antiarrítmico, estando indicada por vía intravenosa o transtraqueal en pacientes con arritmias ventriculares malignas, como la taquicardia ventricular o la fibrilación ventricular.
El titular de la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, Dalos Ulises Rodríguez, reveló que luego de lo registrado la semana pasada, como producto de esta investigación se detectó que este lote de ampolletas no representa riesgo a la salud, pero sí provocan un problema como basura, por lo que se busca ya a los posibles responsables.
Aparentemente en el 2002 fue abandonada esta carga; el contenedor aparece roto -explicó el funcionario- y lo más importante es que no representa ningún peligro para la población, ni para el medio ambiente, ya las mismas autoridades de salud se encuentran colaborando en esta investigación.
Son varias hipótesis en torno a esta importante carga, no se descarta que alguna de éstas serían para exportación, sobre todo porque se encontraban en un contenedor y no necesariamente serían para una clínica particular de esta conurbación, pero eso no se puede determinar en estos momentos.