En Orizaba, taxistas de Sitio en la central de ADO cobran altas tarifas, señala Ricardo Rodríguez

El coordinador de Turismo en Orizaba, Ricardo Rodríguez Demenegui, denunció que taxistas del sitio de la central de Autobuses de Oriente (ADO), están cobrando a los visitantes tarifas indebidas. Hasta el momento el número de quejas es de 17, pero éstas podrían aumentar de no actuar las autoridades.

Este día, al presentarse a la Delegación de Tránsito, Rodríguez Demenegui se entrevistó con el delegado de Tránsito y Vialidad en Orizaba, Carlos Rivelino Votte, quien lo orientó para que canalizara su inconformidad ante la reciente creada Delegación de Transporte Público, ubicada junto a esta oficina.

El Coordinador de Turismo indicó que la oficina que representa documentó 17 quejas, por el cobro excesivo de parte de los taxistas hacia los turistas, además que estos no traen el tarifario, ni su copia ampliada de la licencia tipo “A”.

“Recabamos de los visitantes tanto puntos buenos como malos; en dos días estas diecisiete quejas que particularmente son del servicio del sitio del ADO, nos han dicho que les cobran 35 pesos de la central de autobuses al hotel Fiesta Inn, que está a pocas cuadras”.

En este sentido, el delegado Rivelino Votte, explicó que estos asuntos les deben dar solución la delegación del Transporte Público, toda vez que la dependencia a su cargo desde que pasó a la Secretaría de Seguridad Pública sólo es operativa.

Sin embargo, en base a su experiencia dijo que lo que hace la coordinación de Turismo de recaudar las quejas, es una buena acción, pero a la par se tiene que presentar la inconformidad ante la instancia competente y que ésta aplique las sanciones correspondientes.

Añadió que lo recomendable es que los usuarios tomen nota del número económico del taxi, para que después se proceda contra quien resulte responsable, pues las sanciones se aplican en base a salarios mínimos.

De hecho resaltó que las denuncias por parte de la población son muy pocas, quizá por semana alcanzan un promedio de cuatro, pues no hay cultura de la denuncia.