En riesgo más de 300 familias por malas condiciones de vías del tren, en Nogales

El incremento en el número de corridas por día, mayor peso de carga en vagones, así como arrastre de más carros de carga en cada convoy, ha generado un importante desgaste en la infraestructura de las vías del ferrocarril, al grado de poner en riesgo a más de 300 familias asentadas en colonias del municipio de Nogales.

Lo anterior quedó en evidencia, cuando familias de las colonias Carranza,
Civesa y Panteón, denunciaron las malas condiciones de los durmientes, los cuales se han venido “tronando” en un área de aproximadamente 12 kilómetros que competen al municipio de Nogales y que van de los límites con Río Blanco hasta los límites con Acultzingo.

Sobre este tema, el director de Protección Civil en el municipio de Nogales, Carlos de la Garza Villela, admitió que esta situación puede ocasionar un descarrilamiento que ponga en riesgo a más de 300 familias asentadas solamente en la colonia Carranza.



Si se considera entonces que mucha de esta carga son sustancias peligrosas, flamables y volátiles el riesgo es mayor, por lo cual enviaron un oficio a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), instancia que ordenó la supervisión inmediata de las vías a la empresa Ferrocarriles del Sureste, Ferrosur, concesionaria del tramo en mención.

De la Garza Villela señaló que a pesar de que la empresa ferrocarrilera ya se avoca al mantenimiento de los tramos deteriorados, la próxima semana visitará la Superintendencia zona Córdoba, para solicitar un dictamen técnico de lo que está sucediendo, pues es probable que el incremento de corridas, así como de vagones de carga en cada convoy sean la cusa de estos daños.

El funcionario dijo que ya se mandó un oficio con reporte fotográfico para que se iniciaran los trabajos del cambio de los durmientes dañados y que también ha constatado que durante un mes, personal de Ferrosur cambió los durmientes deteriorados.



Los vecinos señalaron también que han observado que hay convoys que circulan a velocidades de hasta 60 kilómetros por hora en zona urbana, lo cual consideran es un grave riesgo si se toma en cuenta que se trasladan, por tramos muy deteriorados.