El alcalde del municipio de Tlaltetela, Aldegundo Vela, aclaró que el toque de queda no es una medida restrictiva al libre tránsito, sino una limitación a la movilidad de la ciudadanía a fin de que no se expongan al contagio de COVID-19.
"La mayoría de personas están tranquilas con el operativo, están conformes porque se ve por el bien de la población", acotó.
En rueda de prensa hizo hincapié en que su población podría ser mayormente vulnerable debido a los padecimientos de ataxia que se registran en este lugar, pues esta enfermedad ocasiona deficiencias que disminuyen y vulneran las capacidades físicas y motrices, además de personas con obesidad, diabetes e insuficiencia renal y respiratoria.
Refirió además que el operativo de toque de queda consiste en un patrullaje de brigadas que promueven el confinamiento voluntario en las calles en cierto horario.
Consideró que la población debe coadyuvar con las medidas, para evitar caer en los hospitales, pues hay saturación en éstos y pocos insumos, además de que recalcó que esta situación apenas comienza y muchos profesionales han "quedado en el camino".
Señaló que su administración desde hace 80 días ha aplicado acciones para evitar que el virus llegara a ese municipio, enfocadas a programas y planes de contingencia en el transporte público, comercio, salud, convivencia religiosa y social con apego a lo dispuesto por el Estado y la Federación.
Finalmente, indicó que los filtros sanitarios instalados en los accesos al municipio continuarán hasta que el recurso municipal lo permita.
"No sabemos hasta cuando, si no tenemos recursos pediremos al Estado, si nos apoya continuaremos, por lo pronto hasta donde nos alcance", finalizó.