En Veracruz aumentó la violencia escolar al incidir la inestabilidad de la seguridad pública

“Cuando nos acostumbramos a la violencia, ya no la vemos y eso les está pasando mucho a los jóvenes que lo ven como algo natural, como una parte del juego, la broma. Estamos en un buen momento porque este cambio de gobierno nos permitiría ser más enfáticos para que se generen políticas públicas que atiendan estos problemas y eviten que crezcan porque lastiman la dignidad de las personas”, declaró Silvia Conde Flores, consultora de la Secretaría de Educación Pública(SEP) para el programa "Escuela Segura".

Entrevistada en el marco del seminario: “La gestión de la violencia en las escuelas de educación básica”, expresó que en esta materia a nivel nacional el problema está creciendo rápidamente ya que no sólo es una, sino varios factores los que inciden como el bullying y el vandalismo.

“A esto le sumamos la violencia social generalmente promovida por el crimen organizado y la lucha del Gobierno contra esto. Hay lugares donde no está tan presente este último factor, pero si está presente, se agravan los dos anteriores”.

Indicó que hay estados de la República donde se refleja mayormente este problema, así como otros donde no se observa tan marcado como en los del sureste. No obstante, Veracruz es un estado donde se ve el incremento en la violencia escolar.

“Veracruz está entre los niveles altos, no hay estadísticas, diagnósticos confiables donde se sumen todos los factores de la violencia, pero si los vemos por separado, Veracruz es de los estados que está entrando en el último año hacia el nivel alto”.

Comentó que en el factor de la violencia social, incide la inestabilidad de la seguridad pública. De ahí que en casos como las escuelas de Michoacán, Guerrero, donde las escuelas se sienten vulneradas, hay una menor capacidad de respuesta a estos problemas.

Sobre la prevención, Conde expresó que es necesaria la gestión de riesgo, que implica que la comunidad escolar incluidos padres, profesores así como consejos de participación social, sean capaces de reconocer, caracterizar y dimensionar que hay un problema.

Con ello podrán identificar los factores para saber qué hacer en caso de violencia escolar, que es donde se aplica el Manual de Seguridad Escolar. Lo siguiente será aprender a reconstruir ya que cuando se ha vivido una situación de violencia, queda lastimada no sólo la persona sino la comunidad.

Informó que a finales de este ciclo escolar se imprimirá el Manual de Seguridad Escolar y con ello se iniciará un proceso de capacitación de los docentes que es donde se debe poner mayor énfasis. Para su realización intervinieron personas de diversos estados como Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz, Guerrero que han vivido situaciones de riesgo. Actualmente hay una versión electrónica.

Entre los puntos que incluye sobre cómo actuar ante balaceras, uso, consumo y distribución de droga, encontrar cadáveres o partes humanas, amenazas de bomba, que son situaciones a las que se han enfrentado escuelas de todo el país.

“Hay una primer respuesta, incluso como disposición oficial de negar la existencia del problema, decir –no aquí no pasa, son rumores-. De hecho el primer tema que se toca en el manual son rumores. Esta idea de vamos a negarlo sí está en algunos estados”.

Destacó que es peligroso negar la realidad porque en los contextos donde se ha resistido a reconocer el problema se agrava, por lo que sería recomendable actuar para prevenir.

“Como maestros tenemos una mayor responsabilidad porque no solamente tenemos que cuidar nuestra vida, sino la de los estudiantes”, puntualizó.