En zonas serranas del país ser indígena es sinónimo de no tener calidad de vida digna: Activista

En las zonas serranas del país ser indígena es sinónimo de no tener una calidad de vida digna, ejemplo claro en Veracruz donde la gente vive con tan sólo 700 pesos al mes y sólo comen al día dos veces lo cual se traduce si bien les va, en cuatro tacos de frijol diarios, dos por la mañana y dos por la tarde.

En este sentido Maribel García Méndez encargada de comunicación institucional del organismo “Fondo para la Paz” organización que desde hace más de diez años trabaja en las regiones serranas ayudando a este sector de la población, comentó que hay sitios como en la sierra de Zongolica donde la gente debe caminar más de cinco horas para tener un poco de agua, muchas de ellas mujeres con bebés cargando en la espalda.

Una de las zonas donde más trabajan en el estado de Veracruz, es en Mixtla de Altamirano, región que es de las más pobres del país “en este país, ser indígena es una cuestión socioeconómica, porque quien nace siendo indígena, está prácticamente condenado a vivir en una situación de marginación, en condiciones de desigualdad, de poco acceso”.

En este sentido indicó que en Mixtla la gente tiene que sobrevivir con máximo 700 pesos, no tiene agua, viven en casitas muy humildes, no hay trabajo y las familias son grandes, además han hecho de su forma de vida sólo dos comidas cuando bien les va, por la mañana dos tacos de frijol y un tarro de café y en la noche lo mismo.

“Nosotros hemos logrado apoyos con el Gobierno de estado, gracias a nuestra gestión se ha empezado a invertir en esa zona, pero insisto, no debemos seguir pensando que el desarrollo de nuestro país, es sólo cosa del Gobierno del estado, debemos de quitarnos esa capa de paternalismo”.

Recordó que este ayuda surgió en lo saltos de Chiapas, y de ahí creció para diversas zonas del país donde más se requiere, al respecto acentuó que el Gobierno no debe ser paternalista tiene el compromiso de hacer algo por esta gente, que sí tiene deseo de trabajar.

“Las personas necesitan que les demos una pequeña oportunidad para que puedan salir adelante. La gente necesita que los ayude” añadió que para poder ayuda a estas personas primero junto con ellas analizan los problemas que existen en la comunidad y de ahí comienzan con los apoyos.

“Hay gente, sobre todo mujeres, que nos dicen: nunca en mi vida alguien me había preguntado qué era lo que pensaba, ni siquiera decidí con quién me iba a casar. Ahora se les da la oportunidad de que puedan tomar decisiones sobre su propia vida”, concluyó.