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Sección: Estado de Veracruz

Engaños de poderosos que llegan al poder muestran una sociedad enferma: Obispo de Orizaba

Cristianos no pueden quedarse inmóviles sino hacer la diferencia promoviendo el amor de Jesús: Eduardo Cervantes

Lissette Hern?ndez Orizaba, Ver. 11/02/2017

alcalorpolitico.com


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“Ante los engaños de los poderosos, ante los fraudes y burlas especialmente a los hermanos pobres enfermos como pasó en el estado de Veracruz, ante la burla que hacen los poderosos que llegan a estar en el gobierno y que en la corrupción del engaño ofrecen medicina falsa, paliativos a pacientes terminales; lo que vemos es una sociedad enferma, marcada por el egoísmo, robo, engaño, donde el cristiano no puede quedarse inmóvil sino hacer la diferencia promoviendo el amor de Jesús”, indicó el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.

Durante la misa de esta tarde en la Catedral San Miguel Arcángel, con motivo de la Jornada Mundial del Enfermo, dijo que hoy la dignidad humana ha sido denigrada, uno de los ejemplos claros es la legislación en favor de la muerte asistida o del aborto, “pero en medio de estos desafíos los cristianos están llamados a ser testigos de la vida, del respeto al enfermo y la solidaridad fraterna”.

De igual forma, destacó que los misterios del dolor y la muerte, la escritura sagrada ayuda a entenderlos y es clara al enseñar que la enfermedad no es enviada por Dios sino es el resultado del pecado original y por el cual todos los seres humanos se revelaron a los planes de Dios.



Asimismo, pidió a los fieles no olvidar que somos criaturas, pero que Dios es eterno, además destacó que a pesar de que el hombre está enfermo espiritualmente puede ser salvado por el sacrificio de Cristo en la cruz.

“Él nos trae luz y nos reconcilia con Dios el Padre, el Santo Evangelio nos presenta que no pasa Jesús de largo cuando alguien sufre, con quien no es tomado en cuenta. Él vino a reconstruir, restaurar y cubrir las necesidades, por eso los discípulos de Cristo no pueden pasar sin darse cuenta de lo que sucede alrededor y en sus posibilidades ayudar a que no siga la situación de alguien igual”.

El Prelado destacó que el amor de Cristo alienta a que sigamos trabajando y sirviéndole, al llevarle consuelo al enfermo en la trinchera en donde la gente se encuentre, ya sea como médico, enfermera o familiar, “la unción de los enfermos no es para que te alivies o te vayas al otro día, es para tener la gracia de Cristo en la enfermedad”.



El Obispo destacó que la pregunta de quien enfrenta un problema de enfermedad, no debe ser ¿por qué?, sino ¿para qué permite Dios esta situación en mí? y la respuesta será sin duda alguna: para que lo viva con amor.

Y el mensaje que se le debe llevar al enfermo es: que este sufrimiento es para unir su límite y dolor a Cristo, porque él entregó por amor su vida en la cruz.