Entregarían estadio de beisbol de Isla a empresa “fantasma” ligada a los Yunes

El Ayuntamiento de Isla, que encabeza el alcalde panista Fernando Molina Landa, pretende entregar a precio “de remate” el estadio de beisbol “Alberto Cházaro Lagos” —valuado por más de 84 millones de pesos— a una empresa aparentemente “fantasma” ligada a la familia Yunes Márquez.

El predio fue donado hace seis décadas por un benefactor, cuyo nombre lleva el estadio, pero la anterior Legislatura, en su mayoría panista, avaló el cambio de dominio de público a privado, lo que fue publicado en la Gaceta Oficial del Estado el año pasado.

Pero resultó que la empresa a la que se le quiere enajenar el espacio, destinado de acuerdo a la voluntad del donador única y exclusivamente al fomento al deporte, denominada Desarrolladora Almo S.A. de C.V., no cuenta ni con oficinas, el número de teléfono que tiene nadie contesta y encima de ello, los únicos registros de obra realizados fueron supuestamente ejecutados en la administración municipal de Miguel Ángel Yunes Márquez, por lo que prevén que sea una empresa fachada o “fantasma”.



“Todo apunta a que es todo azul”, dijo el nieto del donador del terreno, Alberto Cházaro Medina, quien estimó que lo que se pretende hacer desde el Ayuntamiento de Isla y el Congreso del Estado es beneficiar a esa empresa que está ligada al panismo “de manera malhabida y con claros indicios de corrupción”.

El familiar de quien donara el terreno manifestó que el Cabildo está urgiendo a algunos comerciantes que se encuentran instalados en el exterior del inmueble a abandonar los locales debido a que el acuerdo por el que el Congreso autorizó el cambio de dominio vence en el mes de noviembre.

No obstante, el joven afirmó que está asesorando a los comerciantes para que se amparen, además de que se reunirá con el presidente de la Junta de Coordinación Policía del Congreso, Juan José Gómez Cazarín, para encontrar la manera de revertir esta ilegalidad.



Dijo que él no tiene mayor interés que el de cumplir con la voluntad de su abuelo, quien donó ese terreno única y exclusivamente para fomento del deporte de los isleños.

“La donación no fue para que más adelante viniera un vivo a querer hacer negocios con lo que no le corresponde, cuando es del pueblo”, dijo.

Recordó también que conforme a lo establecido en el acuerdo, la enajenación en favor de Desarrolladora Almo significaría que esta tendría que pagar solamente 11.5 millones de pesos, pero de acuerdo un avalúo hecho al inmueble determina que su precio comercial es de por lo menos 84 millones de pesos.



Además, el Congreso permitió que la empresa hiciera tres “abonitos” al Ayuntamiento, supuestamente para la construcción de una plaza comercial “para impulsar el desarrollo de Isla”.