Entrenadores exigentes pueden ocasionar deserción de atletas

Jessica M. López Walle, profesora e investigadora de la Facultad de Organización Deportiva de la Universidad Autónoma de Nuevo León, señaló que hay atletas que perciben que sus entrenadores generan un clima de motivación.

Sin embargo, son quienes están expuestos a un clima estresante de castigo y rivalidad, son más propensos a desertar de estas actividades deportivas, al menos en un 30 por ciento. Incluso las mujeres son quienes perciben que tienen un clima de implicación más elevado que los hombres, quienes gustan más de la competencia.

"Los atletas realmente son factibles de ser manejables por su entrenador; esto a su vez va a hacer que se mantengan en el deporte el día de mañana o que lo abandonen. A las mujeres les gusta sentirse que son entrenadas donde disfrutan que están haciendo la actividad y los hombres se mantienen más por el hecho de ser competentes o generar esa rivalidad".

En el marco de la Universiada de la Ciencia, la investigadora presentó la conferencia "Contexto social, determinantes personales y bienestar psicológico en atletas de la Universiada Nacional".

Ahí expuso los resultados de las encuestas realizadas a los atletas que participaron durante la Universiada Nacional de Chihuahua. Hay entrenadores que exigen demasiado, lo cual provoca que los atletas pierdan la vitalidad, autoestima y sobre todo, genera deserción de la actividad física.

"Los entrenadores deben conocer el esfuerzo, reconozcan la mejora, que no generen rivalidad, que no den castigos a sus atletas para que se puedan mantener en el deporte".

La doctora quien es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, mencionó que la rivalidad genera baja autoestima en los atletas, baja vitalidad e insatisfacción. Lo deseable son entrenadores que fomenten el gusto por el deporte; así como el desarrollo intrínseco no extrínseco.

Explicó que en la Universiada de Chihuahua participaron alrededor de 5 mil atletas y obtuvieron una muestra de 900 atletas de diferentes estados.

“Estamos haciendo investigaciones culturales con España y comparar realmente que los modelos puedan ser válidos en diferentes países y que se demuestre que cuando el entrenador está haciendo las cosas mal tiene su consecuencia”.

La investigadora indicó que se han dado cuenta que los entrenadores quienes manejan más los castigos provocan la deserción en los atletas ya que les enseñan a que valen porque son buenos no porque disfrutan lo que hacen.

“Entonces cuando ya no son buenos, muy probablemente abandonen la actividad física”.

Del mismo modo, la investigadora comentó que si un atleta no disfruta su deporte, podría incluso hacer todo para obtener buenos resultados, no por dar un mejor resultado.

“Depende del resultado para poder mantenerse o no dentro de este deporte con ciertos privilegios”.

De ahí el llamado a los entrenadores para que interioricen y hagan que los atletas tengan conductas autónomas para poder desenvolverse bien en su deporte. Es donde el entrenador tiene que facilitar que el atleta conozca bien los beneficios de su actividad física, que compita consigo mismo y no contra otros.

“Que disfrute para que el día de mañana pueda tener una vitalidad, satisfacción, autoestima y sobre todo, que se promueva el bienestar en general que le van a hacer mantener en la actividad física y el deporte”.

Finalmente, expresó que entrenador, familia, pareja y amigos son parte del contexto social que influye en el atleta.