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Sección: Cultura

Este miércoles se trasmitirá vía redes sociales concierto de la OSX

- Fue grabado en el 2017 bajo la dirección de Andrés Lopera

- Interpretan obras de John Adams, Zoltán Kodály y Nikolai Rimsky-Korsakoff

Arturo Benjamín Pérez Xalapa, Ver. 22/09/2021

alcalorpolitico.com


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Por ahora, todos los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) serán virtuales, hasta que las autoridades sanitarias permitan el acceso a la sala de Conciertos Tlaqná. Este miércoles 22 de septiembre, en punto de las 20:30 horas, se presentará un concierto grabado en mayo de 2017 donde se contó con la presencia del director colombiano, Andrés Lopera.

Este concierto fue nombrado por los críticos como uno de los mejores del 2017 por la selección de temas y la ejecución de éstos, aunado a un público que ovacionó de pie, en lo que fue “una noche mágica”, el concierto será transmitido en la plataforma oficial de Facebook y YouTube @OSXUV de la Orquesta Sinfónica de Xalapa este miércoles.

Las mil y una noches y otras danzas

Sobre las obras, el departamento de Relaciones Públicas de la Orquesta Sinfónica de Xalapa nos comparte detalles del programa.

“En el Lejano Oriente hubo una vez un Rey llamado Schahriyâr. Un buen día, tras enterarse de que la esposa de su hermano ha sido infiel, descubre también la infidelidad de su propia esposa y decide cobrar venganza, degollándola junto con sus amantes y cómplices. Convencido de que todas las mujeres son falsas y sin fe, Schahriyâr comienza a casarse con una sucesión de vírgenes, sólo para ejecutar a cada una de ellas a la mañana siguiente de las nupcias, antes de que tengan la oportunidad de deshonrarlo. Luego de varios años de masacre, cuando el Rey pidió a su ministro que le llevara una nueva doncella, ya no quedaba ninguna en la ciudad, pues todas las familias habían huido con sus hijas. El ministro volvió preocupado a su casa y comentó la situación a su hija mayor, Scheherazade. Ella urde un plan en el que se ofrece a sí misma como la próxima novia, que su padre acepta de mala gana. En la noche de su matrimonio, Scheherazade comienza a contarle al Rey una historia pero no la termina. El Rey, curioso por conocer el final, se ve obligado a posponer su ejecución para escuchar la conclusión. La noche siguiente, tan pronto como termina el cuento, Scheherazade comienza (y sólo comienza) uno nuevo y el Rey, deseoso de oír el final, pospone su ejecución una vez más y así continúa durante mil y una noches. Finalmente, todo sucedió como se había esperado: el Rey cambió de parecer, perdonó la vida a Scheherazade y abandonó su mal proceder, trayendo paz y alegría para su pueblo.”

“La suite orquestal Scheherazade, inspirada en el personaje del mismo nombre, se convirtió con el paso de los años en una de las obras más emblemáticas del repertorio ruso. Y no es para menos, puesto que es una de las muestras más representativas del extraordinario oficio como orquestador que desarrolló su autor, Nikolai Rimsky-Korsakoff (1844-1908). La concepción de la obra y la elección del tema en torno al cual se desarrollaría se dieron en una época en que los artistas rusos buscaban material “exótico” fuera de su país y se adentraron en las tradiciones orientales, en especial del gran universo narrativo que ofrecía el Islam. A pesar de esto, Rimsky-Kosakoff no buscó crear una obra programática que contara de manera ordenada o determinada las historias, sino que se trata de un caleidoscopio que refleja trazos de una u otra historia, que convergen de maneras diferentes y que, de igual manera, transportan al escucha por diversos escenarios y personajes. Todo esto amalgamado por temas que aparecen recurrentemente a lo largo de la obra, como el tema del violín solo, que representa a la misma Scheherazade.”

Asimismo, nos explica que “en las décadas siguientes, otros compositores comenzaron a buscar inspiración en material ajeno a la tradición musical académica. Algunos, como Rimsky-Korsakoff, la encontraron fuera de su lugar de origen. Otros volvieron la mirada a las tradiciones folklóricas de sus propios países. Tal es el caso de Zoltán Kodály (1882-1967), uno de los compositores húngaros más importantes del siglo pasado, quien al lado de Béla Bartók (1881-1945) llevó a cabo la ardua tarea de reivindicar la tradición folklórica húngara, por medio de su labor como etnomusicólogo y educador.”

“La obra de Kodály está repleta de referencias y arreglos de canciones y piezas recopiladas a lo largo de su país. Galánta es un pequeño pueblo mercantil conocido por los viajeros que transitan entre Viena y Budapest y en el que Kodály pasó siete años de su niñez. En aquel entonces existía ahí una famosa banda de músicos gitanos, la primera “orquesta” con la que Kodály tuvo contacto. La música de aquellos gitanos tenía raíces ancestrales: hacia el año 1800 se habían ya publicado en Viena algunos libros de danzas húngaras, uno de los cuales contenía música “al estilo de las danzas gitanas de Galánta”, del cual el compositor tomó algunos de los temas principales usados en su suite. Kodály compuso sus Danzas de Galánta en 1933, para conmemorar el Octogésimo Aniversario de la Sociedad Filarmónica de Budapest.”

“Por último, hacia el final del siglo XX, el compositor estadounidense John Adams (1947- ) aleja su mirada de la órbita europea y compone The Chairman Dances, Foxtrot para Orquesta (traducida al español como “El Presidente Baila”), obra en la que confluyen el estilo minimalista y la influencia de las orquestas de jazz de principios del siglo pasado, en especial del ritmo conocido como foxtrot. La obra fue compuesta en 1985, al mismo tiempo que su famosa ópera Nixon en China y fue concebida como una “extensión” del tercer acto de la misma. En ella, Adams pretende evocar imágenes de Jiang Qing, última esposa del líder chino Mao Tse Tung, irrumpiendo en un banquete oficial con unas danzas seductoras. El Presidente Mao desciende entonces de su retrato y ambos bailan juntos un foxtrot.”

Andrés Lopera, director invitado

Emocionante, creativo, atractivo y motivador son algunas de las palabras que describen al Maestro Lopera, uno de los directores latinoamericanos más importantes en los Estados Unidos y ha actuado con orquestas en todo el continente americano durante más de una década.

Lopera está en su tercera temporada como Director Asociado de la Sinfónica de Columbus y Director Musical de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Columbus. Ha dirigido actuaciones con orquestas como la Sinfónica de Colorado, Sinfónica de Oregón, Sinfónica de Toledo, Sinfónica del Nuevo Mundo y Orquesta Sinfónica de Portland Columbia.

Andrés Lopera también ha aparecido en festivales de verano, dirigió la temporada inaugural del Instituto de Orquesta de Verano del Conservatorio de Nueva Inglaterra en 2019. Otros compromisos incluyen la Orquesta Nacional de Repertorio y la Orquesta Juvenil de las Américas, entre otros. En octubre de 2017, Lopera cubrió una serie de conciertos con la Filarmónica de Los Ángeles trabajando junto a Gustavo Dudamel y Carlos Miguel Prieto.

A nivel internacional, se ha presentado con la Orquesta Sinfónica de Xalapa y la Orquesta Sinfónica EAFIT en su país natal Colombia, entre otros. También ha presentado conciertos y colaborado con orquestas profesionales y juveniles en Centro y Sudamérica, incluyendo organizaciones en Brasil, Uruguay, Argentina y Honduras. En junio de 2012, Lopera fue nombrado Director Musical de la Sinfónica Juvenil Metropolitana en Portland, Oregón, donde supervisó un programa con más de 450 estudiantes, 12 conjuntos y 10 miembros del personal de dirección. En reconocimiento a sus contribuciones a Portland, recibió el premio Portland Monthly, el premio Rising Star y el premio Hispanic Metropolitan Chamber Bravo. Los honores adicionales incluyen el Premio Orgullo Colombiano y Egresados Que Inspiran de la Universidad EAFIT, ambos recibidos en 2017. Obtuvo una maestría en Dirección Orquestal del Conservatorio de Nueva Inglaterra.

La OSX invita a su público a visitar sus portales oficiales para enterarse de las novedades que tendrán para ellos, esperando pronto regresar a los conciertos presenciales en la sala de conciertos de Tlaqná, Centro Cultural.