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Sección: V?a Correo Electr?nico

Eternos inconformes

Arturo Reyes Gonz?lez 06/12/2010

alcalorpolitico.com

No cabe duda que nada nos está. Días, semanas antes del cambio de gobierno encontrábamos que un buen número de burócratas de distintas características, unos más viejos, otros más jóvenes, mujeres, hombres y hasta ciudadanos familiares de los anteriores, hablaban de manera abierta de su ansia por ver terminado el sexenio de la fidelidad. “Para descansar ya… un poco… un mucho… del hiperactivo ritmo de trabajo del ahora ex gobernador Fidel Herrera”. “Veracruz requiere una pausa, un descanso”, decían otros. “Ya que el rojo nos deje en paz por un rato. ¡Ya! El estado se lo merece”.
Sin embargo, se debe aceptar que una gran mayoría de burócratas tenia –o incluso algunos todavía tienen- la firme creencia de que el ex gobernador influirá en el actual mandatario, le va dar línea y hasta le va a imponer condiciones. Razones, de todos conocidas: Es el hijo putativo; Él (Fidel) lo puso, a él le debe todo, etcétera.
Hoy, a escasos días de la llegada del gobernador Javier Duarte y del ansiado cambio de gobierno, los comentarios van en el sentido de que Duarte de Ochoa entró de manera “tibia”, “vacía”, que fue “muy sencilla”. Sí, respaldada por muchas figuras, pero “X”. (En lo personal me dio la impresión de que les faltó un “golpe mediático, al viejo estilo, el ahora añorado”). La seguridad y el aspecto mediático son otros claros ejemplos de la “contradicción” de la gente en sus anhelos gubernamentales.


La seguridad. Recuerdo muy bien cuando señalaban que Fidel no debía permitir que toda la gente prácticamente se le fuera encima, le jalara la ropa o casi casi le diera un piquete de nalga. ¡Cómo puede ser eso! Comentaban. Y completaban su expresión con la anécdota de cuando sufrió una fractura de costilla producto del calor y la cercanía con el pueblo. Llegaron a sugerir mayor seguridad para el ex mandatario.
Hoy, una vez superado el día de la toma de protesta, las quejas por las vallas de seguridad fueron incontables. ¡Demasiada seguridad… mucha seguridad… qué barbaro! Ya lo dijo el nuevo gobernador, la seguridad es un aspecto importante y punto. Y claro que lo es.
El mediático. Otra crítica lanzada -en voz baja- al ex gobernador Herrera, fue su inmensurable aparición en medios de comunicación del Estado. Todavía no llegamos a la semana de nuevo gobierno y la verdad es que varios extrañan esa universalidad de medios.


¿Entonces? No que querían un descanso y aparte de las ideas que mencionamos líneas arriba, decían que no querían más de lo mismo. Ahora tienen algo muy diferente que además no ha encajado en la línea de continuismo que esperaban, y los comentarios en sentido crítico no se han hecho esperar, cuando ni siquiera hemos podido apreciar de manera correcta lo que será el gobierno Duartista.
No cabe duda que nada nos está. Si hace calor queremos frio, si hace frio queremos sol. Si antes se “censuraban” (no lo tome textual) de alguna manera o por así decirlo formas, modos, ideas, voces, estrategias ¡Malo! Si hoy se hace lo contrario y hay una apertura solicitada ¡Malo!
Habrá que esperar un tiempo prudente, o acciones y resultados que necesitamos para poder explayar “evaluaciones” por referir las opiniones que generen, sobre lo que será la nueva administración. Los primeros 100 días a lo menos. ¿No? ¿O cuánto tiempo le debemos dar los ciudadanos veracruzanos para iniciar una serie de observaciones y volver a pedir un cambio?


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