En la actualidad se fabrican los pobres y son acaparados, porque con las normas que van poniendo ya ni siquiera se puede que otros colaboren al desarrollo de este sector, lamentó el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
"Son normas que nada más algunos pueden controlar. La pobreza no dignifica a la persona", ante este panorama pidió que todos abran los ojos y no se nieguen a la realidad pero sobre todo no pierdan el sentido de la ayuda al prójimo.
"Por eso, hermanos, les animo para que abramos los ojos, porque el discípulo está llamando a ver la vida con claridad, no con maquillajes, no de una manera pasiva. La fe en Jesús nos hace ser personas activas. Debemos tener los ojos abiertos para mirar las cosas desde la mirada de Jesús, tener los ojos abiertos para seguir las huellas de Jesús".
Ejemplificó que en la familia a veces la gente se vuelve ciega porque así les conviene. "Así sucede en el mundo de la familia, de la educación, en el mundo de la salud actualmente, en el mundo de la política pero debemos dejar esa falta de ayuda a los demás".