Sacerdotes y rectores de las diferentes iglesias de la Diócesis de Orizaba tienen como misión animar a la comunidad del territorio diocesano a recibir la vacuna antiCOVID, expresó el obispo Eduardo Cervantes Merino.
En la reciente reunión presbiteral, de la cual dio cuenta el órgano informativo de la Diócesis
Buena Noticia, el prelado dijo que también se debe tener paciencia en este proceso, toda vez que las fechas y la estrategia son inciertas.
Sin embargo, cuando llegue el momento, pidió que todos los pastores de la grey católica tengan disponibilidad para ofrecer espacios físicos como salones, atrios, que pudieran ayudar para la aplicación de la vacuna en caso que las autoridades sanitarias lo solicitaran, dada la cantidad de hermanos que necesitan de la vacuna.
Añadió que ante esta situación tan complicada que se vive en todo el mundo y en específico en los municipios del territorio diocesano, la comunidad cristiana está llamada a colaborar tendiendo la mano y aportando lo mejor de cada uno para superar la crisis sanitaria.
Y pidió también que se siga observando sana distancia, uso de cubrebocas, evitar aglomeraciones, uso de gel antibacterial y lavado frecuente de manos.