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Sección: V?a Correo Electr?nico

Expone profesor del TEVAEV que éste ha contribuido a la educación de Veracruz 

El Telebachillerato ha combatido el rezago educativo sobre todo en comunidades marginadas, dijo

Tlacolulan, Ver. 26/09/2015

alcalorpolitico.com

El profesor Luis E. Cuenca Rodriguez, ecribe este texto el cual no pudo ser expuesto en uno de los foros regionales con motivo del XXXV Aniversario del Telebachillerato de Veracruz, en este expone sus ideas sobre la contribución, durante 35 años, del TEVAEV a la educación en el Estado, sobre todo en comunidades marginadas y el impacto social que ha tenido en estas.

Buen día:
Soy el profesor Luis Cuenca Rodríguez, actualmente docente y Coordinador del plantel 30ETH0797R, localizado en la comunidad El Fresno, municipio de Tlacolulan, Zona de Supervisión Xalapa “B”. Con gran satisfacción debo expresar también que llevo poco más de quince años como parte de esta gran modalidad educativa que hoy nos convoca para conmemorar, celebrar y reflexionar sus primeros 35 años de existencia.

El tema que desarrollo en mi ponencia es “El impacto social del Telebachillerato”.



Referirse al impacto que en la sociedad ha tenido el Telebachillerato de Veracruz no es tarea sencilla cuando en el análisis se va descubriendo la fecunda labor que este subsistema ha venido desarrollando a lo largo de su historia.

Dice un escritor de nuestra época que “Una búsqueda comienza siempre con la suerte del principiante y termina con la prueba del conquistador" y el Telebachillerato ha conquistado, después de 35 años, un lugar fundamental en el ámbito educativo de Veracruz: TEBAEV es la modalidad educativa del nivel medio superior que atiende al mayor número de estudiantes de bachillerato en la entidad.

Lejos ha quedado aquel 22 de Septiembre del año 1980 cuando se transmitieron por primera vez las clases del Telebachillerato, fundado en localidades de tipo rural con 40 centros, 43 docentes y 1300 alumnos.



De 1980 a 1995 el Telebachillerato de Veracruz creció en promedio 94.19 % por lustro, pasando de 40 a 291 centros en esos primeros quince años.

Cinco años más tarde, para el Ciclo Escolar 1999-2000, los Centros de Telebachillerato en el Estado sumaban ya 557 y en ellos se brindaba atención educativa a 33,144 alumnos.

Para el Ciclo Escolar 2009-2010 el número de planteles ascendió a 970 y su matrícula a 86,223 alumnos.



Hoy, de acuerdo con datos de la Secretaría de Educación de Veracruz, el Telebachillerato tenía, al inicio del Ciclo 2014-2015, 1,049 escuelas en las que se atendieron un total de 90,057 alumnos. Lo anterior significa que, en la actualidad, 8 de cada 10 escuelas de nivel bachillerato de sostenimiento estatal existentes en la entidad son Centros de Telebachillerato y que al menos 4 de cada 10 alumnos que cursan este nivel son alumnos de nuestra modalidad. Con la evidencia que los números nos dan por sí mismos, es innegable la importancia del impacto social del TEBAEV.

El crecimiento del Telebachillerato ha sido vertiginoso a lo largo de estos 35 años al haberse creado, en promedio, 30 nuevos planteles por cada año de existencia.

Pero ¿A qué se debió este crecimiento exponencial? La respuesta

se encuentra en los orígenes mismos del subsistema y en las características geodemográficas de la entidad veracruzana: y es que el Telebachillerato de Veracruz nació para cumplir una demanda social apremiante: llevar educación de nivel medio superior a las numerosas comunidades rurales, semirurales e indígenas a las que históricamente, por las condiciones de marginación a que han sido relegadas, se les había restringido ese derecho fundamental.

Es precisamente en ese ámbito educativo: en el contexto de las comunidades marginadas y desprovistas de los satisfactores mínimos, donde puede apreciarse la loable labor del TEBAEV y su verdadero impacto social.

Es en esas numerosas comunidades de Veracruz donde el docente rema contra corriente: contracorriente por el grado de marginación de las comunidades y de todo lo que ello conlleva, contracorriente por las condiciones económicas desfavorables del estudiante, por el deficiente nivel cultural de la familia a la que pertenece, por las expectativas del estudiante respecto de la importancia de la educación, por la incompatibilidad del tiempo dedicado al trabajo y a los estudios, por la responsabilidad que implica la paternidad temprana, contracorriente por la falta de actitud de logro, por el poco interés por los estudios en general y por la institución, contracorriente por las características académicas previas del estudiante, contracorriente por la escasez de recursos en las escuelas y, en ocasiones, contracorriente por la falta de compromiso de las autoridades, e incluso de algunos padres de familia y aun del propio docente, entre otros factores.



Se rema contracorriente, sí; pero al igual que en un río, si dejamos de remar, retrocedemos, y eso es algo que no debemos permitir. Dice Fernando Savater que la ética es la combinación de querer y poder, y a veces se quiere pero no se puede o a la inversa. Telebachillerato ha demostrado que sí se puede vencer la adversidad cuando se suman voluntades y se insiste en el empeño.











Y si bien en el aspecto cuantitativo los números hablan de un gran esfuerzo y de no menos importantes logros de la modalidad de Telebachillerato, la realidad nos invita a hacer un alto y una reflexión autocrítica: en lo particular a mí me parece fundamental y urgente que el crecimiento cuantitativo debe dejar ya de ser prioridad y en su lugar las energías del Telebachillerato de Veracruz deben enfocarse ahora a su crecimiento cualitativo. El impacto social del TEBAEV debe orientarse ya no al crecimiento del número de sus planteles, sino al crecimiento de su calidad educativa.

Si consideramos que la educación media superior está dirigida principalmente al grupo de población de 15 a 18 años, un dato revelador acerca del comportamiento de la población joven de Veracruz, que abona en el sentido de la anterior propuesta, es ofrecido por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), que afirma que “En Veracruz se estiman 456 163 jóvenes entre 15 a 17 años en 2013, (cifra que) disminuirá a 432 897 jóvenes en 2018 y a 406 096 para 2030… Los responsables para establecer las estrategias para alcanzar una cobertura universal en este nivel educativo pueden aprovechar esta información”, termina citando la referida fuente.



Por otro lado, en el marco de los cambios que en el ámbito educativo se están generando, y en el que se ha iniciado con una nueva modalidad inspirada en el modelo de Telebachillerato (de acuerdo a la cual y según datos contenidos en el Prontuario Estadístico de la SEV, en el inicio del Ciclo Escolar 2014-2015 existían ya 20 Telebachilleratos Comunitarios (TEBACOM) en la entidad veracruzana), es momento de que el TEBAEV reclame lo que históricamente le ha sido negado por el Estado: los recursos que le permitan a los Centros de Estudio acceder a mejores condiciones de equipamiento e infraestructura para continuar enfrentando en mejores condiciones los retos que una educación de calidad demanda.

Hace 15 años, en la Evaluación Institucional publicada con motivo del 20 Aniversario del Telebachillerato de Veracruz, en el año 2000, se señalaba que “…las tareas educativas se han perdido en la madeja de los intereses personales y de grupo, la complejidad del campo pedagógico, la falta de recursos o la dificultad de elegir destinos…” entre otros factores. Y es en esta coyuntura de su 35 Aniversario que el Telebachillerato de Veracruz debe reorientar su destino enfocando sus esfuerzos en el crecimiento de la calidad de su oferta educativa.

El TEBAEV, a lo largo de estos 35 años ha contribuido sustancialmente a combatir el rezago educativo de Veracruz, a costos mínimos para el gobierno. Si la modalidad de Telebachillerato ha hecho la tarea es gracias al gran compromiso e incluso a la pasión con que la gran mayoría de sus trabajadores asumen sus responsabilidades.



Decía Aristóteles que “Se quiere más lo que se ha conquistado con más fatiga”. Y en el caso del TEBAEV su fortaleza se encuentra precisamente en sus maestros por la dedicación con la que afrontan cotidianamente los retos de promover la educación en escenarios adversos, en la mayoría de los casos.

En conclusión:
  1. Nuestra modalidad educativa ha buscado cumplir los objetivos para los que fue creada, no obstante las graves limitaciones financieras y materiales que desde sus orígenes se han convertido en un freno para aspirar a mejores estándares de calidad de la educación que se imparte en sus aulas.


  1. Es apremiante pasar de un crecimiento cuantitativo a otro cualitativo en el que se privilegie el mejoramiento sustancial de la calidad educativa que se ofrece en los planteles, procurando el equipamiento y mejoramiento de la infraestructura, a través del compromiso de los distintos niveles de gobierno (especialmente estatal y federal) para la canalización de recursos a los planteles.

Finalmente y ya para concluir, quisiera expresar lo siguiente:

Todos los que tenemos la fortuna de trabajar en este subsistema educativo, sin duda alguna poseemos un acervo anecdótico enriquecido a lo largo de nuestra experiencia como docentes; permítanme compartirles uno de ellos:



Hace quince años aproximadamente, en los inicios de mi labor como Coordinador y como docente de un centro de estudios, me tocó -al igual que muchos docentes que fundan un plantel- andar en el recorrido casa por casa en la búsqueda de alumnos para que no desistieran en el empeño de continuar estudiando y para poner a su disposición el recién creado Telebachillerato “Gutiérrez Zamora”, Clave: 30ETH0554V, localizado en la comunidad del mismo nombre, municipio de Tantima, en la Sierra de Otontepec.

En mi andar llegué a una vivienda humilde en la que una madre de familia, mujer soltera y con tres hijos, me esgrimía férreamente sus argumentos para no dejar que su hija, recién egresada de la Escuela Telesecundaria, continuara sus estudios de bachillerato. “La mujer nació para ser mantenida, no para estudiar”, sentenció aquella madre de familia; además “mi otra hija salió con su domingo siete en la Telesecundaria” “¿Para qué mando a ésta al bachillerato?” “¿Para que haga lo mismo que su hermana?”.

La comprensible actitud de la mujer continuó mientras que yo pedía una oportunidad para su hija, intentando persuadir a la madre hablándole sobre las bondades del estudio. La hija, mientras tanto, no dejaba de llorar frente a nosotros, esperando que su madre ablandara su actitud.



Luego de un tiempo prolongado el diálogo terminó; ni las lágrimas de la hija ni mis palabras lograron arrancar en ese momento un a la petición de una oportunidad para la joven; sin embargo, al siguiente Lunes que llegué a la escuela, allí me aguardaba aquella madre y su hija con la sonrisa dibujada en el rostro; papeles en mano, la madre me saludó con un “Me convenció, maestro, aquí está mi hija”.

No está de más decir que aquella joven fue, en su momento, una de las alumnas con mejor aprovechamiento en el plantel y que, posteriormente, habría de cursar y concluir satisfactoriamente su carrera de enfermería.

Compañeros docentes: a diferencia de quienes les corresponde concentrar datos y elaborar estadísticas, los maestros de a pie somos los mejores testigos del verdadero impacto social del Telebachillerato; somos quienes con nuestras acciones construimos el éxito de esta modalidad educativa y, lo más importante, somos quienes contribuimos a lograr, con esfuerzo y constancia, con vocación de servicio y creatividad, un mejor porvenir para la juventud veracruzana.



Enhorabuena por estos 35 años.
¡Felicidades a todos!