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Sección: Estado de Veracruz

Fallece la religiosa Consuelo del Corazón de Jesús, de las Carmelitas Descalzas en Orizaba

- Dedicó 61 años al servicio de Dios, era originaria de Cuba

- Dejó una carta en la que agradece a los mexicanos y pidió que llevaran mariachis antes de sepultarla

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Orizaba, Ver. 29/07/2012

alcalorpolitico.com

La religiosa Consuelo del Corazón de Jesús Caravallo Domínguez, monja de la orden de “Las Carmelitas Descalzas”, icónica en esta orden y en la ciudad, falleció este día luego de 61 años de servicio a Dios. Ella era originaria de Cuba, pero llegó buscando en México, específico Orizaba, un sitio donde poder ejercer su vocación, ya que en aquel país la religión no era algo bien visto por el gobierno.

Este día las religiosas de su orden decidieron velarla en el convento, a donde llegó un sinnúmero de personas que amaban a la monja, quien tenía como misión pedir a Dios por cada uno de los problemas que hasta ella llegaban.

Según charlaron las religiosas de este sitio, Consuelo del Corazón de Jesús, era una mujer muy alegre, que le gustaban las canciones mexicanas y siempre fue muy servicial con todos aquellos que la rodeaban.

Desde 1994 ella escribió una carta que pidió que se leyera cuando ella falleciera, en esta además de agradecer a los mexicanos que la recibieron, pedía que le llevaran mariachis antes de ser sepultada.

“Estaba muy agradecida con los mexicanos y ella acogía a todo el mundo”, agregaron que la monja, dejó una carta en donde agradecía a los habitantes de México por recibirla en esta tierra “ya ven que en Cuba no había mucha religiosidad, pues decidió venir a este país”.

Narraron las madres “Carmelitas” que a ella la crío su abuela y que cuando era niña pasaba por un convento, pero siempre sentía que una voz la llamaba “ella en el mundo se llamó Abadesa y esa voz le decía por su nombre y fue cuando decidió seguir esta vocación, la cual desarrolló en el convento de Orizaba”.

Por seguir a Dios dejó todo, afirmaron las monjas, pues a su única hermana no le dijo que viajaría a México para ser religiosa, fue después de algunos años que se comunicó con ella para comentarle el camino que eligió. Solo dos veces regresó a Cuba para conocer a sus sobrinos, hijos de su hermana “con permiso del gobierno que ya era comunista, de las hermanas de aquí y del Obispo”.

Esta orden de religiosas tiene como característica permanecer siempre enclaustradas, solo salen cuando van al médico, cuando requieren tramitar algún documento, es decir solo por situaciones realmente necesarias. Reciben visitas de su familia cada mes, pero por medio de un tipo confesionario.

Las quince madres que viven en este convento viven de la venta de la repostería que hacen, de la elaboración de escapularios, de hábitos y algunas otras costuras que realizan, además de las caridades que les otorgan las personas.