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Sección: Estado de Veracruz

Feligreses jarochos piden el milagro al beato Juan Pablo II: “que los políticos dejen de robar”

Se congregaron en el malecón desde muy temprano para recibir las reliquias para pedir paz en el mundo y mucha salud

Ariadna Lezama Palma Veracruz, Ver. 20/09/2011

alcalorpolitico.com

Desde muy temprano los veracruzanos se congregaron en la macro plaza del malecón para recibir las reliquias de Juan Pablo Segundo.

Cientos de personas abarrotaron el lugar y las calles del primer cuadro de la ciudad para estar presente cuando pasara la urna con la imagen en cera del beato.
Una vez en la catedral, se dificultó un poco bajar la imagen del vehículo que la transportaba dado que toda la gente quería estar cerca para poder tocarla a su paso.

El obispo Luis Felipe Gallardo Martín del Campo encabezó el traslado, así como la solemne celebración eucarística en donde más de mil 500 feligreses participaron.

Mientras se realizaba la misa, la gente pasaba por el frente para poder observar la urna de acrílico que portaba las reliquias.

Algunos conmovidos y con lágrimas en los ojos, besaban la urna, le tomaban fotos, rezaban mientras tallaban sus imágenes, rosarios o flores que traían en la mano para atraer un poco de paz a sus corazones.

Pero sin duda algunos aprovecharon la oportunidad de estar cerca de su imagen para pedirle un milagro, como salud, paz para todos y “que los políticos dejen de robar”.

“Yo le estoy pidiendo porque nos proteja a todos, porque mande la paz al mundo ahorita en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, que proteja a nuestros gobernantes, que les remueva el corazón para que ya no cometan tanta injusticia con la gente pobre, tanto pobre que hay en este mundo y tanto político que se está haciendo millonario a costa de los pobres, tantos que están muriendo por culpa de nuestros gobernantes”, dijo Susana Ortega, Feligres.

La presencia de las reliquias llenó de mucha energía positiva la catedral, energía que se iba transmitiendo unos a otros pues para algunos fieles parecía que el beato estaba ahí dormido o vivo.

“Es una cosa muy bonita que lo tengamos aquí, yo vine con toda mi familia desde las 7 de la mañana y nos vamos a quedar aquí hasta que termine todo, para estar con él, nos vamos a quedar todo el día”, señaló Teodora Rodríguez Mujica, Feligres.

El primer cuadro de la ciudad se cerró a la circulación para que toda la gente que acudió a ver al beato pudiera estar sin problemas. Cabe mencionar que las filas para entrar a la catedral son larguísimas pues abarcan más de cinco cuadras del centro de la ciudad y eran interminables porque los fieles seguían llegando de varios municipios.