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FILU 2008 en picada; más casera que “de mundo”

Sí, destacados participantes pero “de casa” El colmo: presencia de guaruras impide la promoción que tanto necesita

Laura Haddad Xalapa, Ver. 17/09/2008

alcalorpolitico.com

Aún cuando es muy pronto para calificar como exitosa o no la emisión 2008 de la Feria Internacional del Libro Universitario, que organiza la Universidad Veracruzana, es notorio que el evento está lejos del brillo que llegó a alcanzar años atrás, cuando su sede era la Unidad de Servicios Bibliográficos y de Información (USBI) de Xalapa. Y es que no hace falta saber cifras o datos duros para afirmar lo anterior, sólo dar un recorrido por el Museo del Transporte de Xalapa, lugar donde actualmente se lleva a cabo hasta el 21 de septiembre próximo, y notar su grisáceo desarrollo.

La ceremonia inaugural de la misma fue en esa tonalidad, deslucida, con únicamente la presencia de dos figuras de las letras mexicanas de reconocido talento: Juan Tovar y Sergio Pitol, los dos poblanos y uno viejo amigo de la “Máxima Casa de Estudios del Estado”. El resto de los intelectuales y artistas presentes eran más bien “los de siempre y los de casa”, no por ello con una trayectoria menos meritoria, pero cuya presencia dejan de lado la proyección de evento de relevancia nacional que se le quiere imprimir a la FILU como “la feria del libro más importante del sureste mexicano” (¿será porque no habrá otra? Esta redactora lo desconoce), para convertirla en algo muy local.

En el programa figuran los nombres de Jorge Volpi y Carlos Montemayor como invitados, entre otros más, sin olvidar a Carlos Monsiváis y Elena Poniatowska, pero estos nombres no terminan por animar a muchos a la asistencia del evento. Han traído a la figura del gran literato a quien sólo en ocasiones como esta, se puede conocer de cerca, escuchar de viva voz y apreciar más allá de sus libros publicados.

En el caso de Volpi, ya en años anteriores se anunció su visita y fue cancelada, a ver qué pasa en este año. Por su parte Monsiváis y Poniatowska siempre contarán con seguidores ávidos de sus comentarios, lecturas y críticas, pero… ¿es suficiente su presencia para decir que la feria cuenta con una notable participación de las principales plumas mexicanas?

Por otra parte, son escasos los medios nacionales interesados en la difusión y cobertura del Feria Internacional del Libro Universitario, y para esto sólo basta con echar una mirada al “Periódico Mural” que con pegotes de periódicos se ha armado al fondo del pabellón principal. Tales pegotes son de recortes de prensa local, evidenciando que ni el programa ni sus actividades artísticas ni invitados, son del interés de la prensa nacional como para dedicarle un espacio en sus planas, ya no se diga el enviado de un corresponsal o reportero especial.

Pero lo que sí se puede advertir es que la FILU en su catorceava emisión ha aumentado el resguardo o seguridad personal de quienes la organizan. Durante la entrega de las medallas al Mérito Universitario, un par de fotoreporteros sufrieron del jaloneo y empujones de guaruras que no permitían el desempeño de los comunicadores.

Con lujo de prepotencia intentaron que los fotógrafos no tomaran las imágenes correspondientes, interponiéndose entre los del presidium y los profesionales de la lente sin argumento alguno. Esto ante la indignación de la encargada de Difusión de la Dirección Editorial UV, Celia Álvarez, quien con gritos trató de evitar el jaloneo y empujones, mientras Germán Martínez, coordinador de la FILU con señas daba a entender que no sabía lo que ocurría ni de dónde habían aparecido la gente de seguridad.

¿De qué se trata señores de la Universidad Veracruzana? ¿Son Ustedes quienes mandan la invitación a los medios para la cobertura de la Feria y son Ustedes mismos también quienes la entorpecen con la contratación de guaruras, quienes brindan trato de presuntos agresores a la gente de prensa que no busca más que llevar a cabo su trabajo?

Con base en lo anterior, no queda más que congratularse que la FILU siga teniendo su dirección localista, con poca convocatoria nacional, pues lamentable sería que reporteros y fotógrafos de otros estados o inclusive extranjeros, conocieran que en Veracruz, hasta un evento cultural requiere de elementos de seguridad que amedrantan a la prensa.