Fiscalía protege a agentes ministeriales que allanaron vivienda sin orden judicial en Martínez

Como si se tratara de un grupo delincuencial, efectivos de la Policía Ministerial, entre ellos el jefe de grupo, que hasta hace algunos meses estaba adscrito a la Comandancia de este municipio, irrumpieron de manera violenta a un domicilio de la comunidad La Piedrilla y sin contar con alguna orden judicial, revisaron y amenazaron a los presentes, quienes tras este hecho, que quedó grabado en video, interpusieron su querella, la que hasta hoy la Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene estancada.

La denuncia interpuesta en el mes de junio por el citricultor identificado como Marco Antonio Pérez Cruz, quedó asentada bajo la carpeta UIPJ-DX1-190-2018; el quejoso con la ayuda de los videos de las cámaras de seguridad de su vivienda demostró que mientras se encontraba en la tranquilidad de su hogar en compañía de familiares y amigos llegó una camioneta Ford tipo Lobo de color blanco, de la que fuertemente armados descendieron tres agentes ministeriales, quienes sin contar con algún documento se introdujeron a la vivienda, donde –asegura- cometieron varios atropellos.

Ante esta situación el agraviado denunció los hechos ante la Fiscalía General del Estado y horas después de esto, la Dirección General de la Policía Ministerial, en un acto de protección a sus elementos, ordenó que los tres involucrados fueran reasignados a nuevas plazas; dejándolo solo con su número de investigación y con la promesa de que se harían los peritajes correspondientes en los videos que presentó y, que el caso llegaría hasta las últimas consecuencias.



Seis meses han pasado desde el día de los hechos y hasta hoy los elementos siguen trabajando como si nada hubiera pasado, mientras que el fiscal que llevaba el caso ya también fue reubicado a otra plaza, por lo que la investigación se mantiene estancada, ya que los videos y las cámaras con los que se grabó el presunto abuso policial no han sido revisados, ni tampoco hay indicios de que se vaya a castigar a los malos elementos de la corporación.