Galería Curiel abre exposición con pinturas de 3 escuelas de Coatepec, el 2 de febrero

La Galería Curiel, en coordinación con la zona 12 de educación especial federal, se complace en invitarlos a la exposición colectiva de pintura infantil “Colores Mágicos”, en la que expondrán sus pinturas los alumnos de tres Centros de Atención Múltiple, el número 5, cuyo director es el licenciado Iván Omar Mangas Peralta; el número 42, dirigido por la psicóloga Rocío Gómez Vásquez, y el número 64, cuyo director es el profesor Raymundo Morales Muñoz. Los CAM, como se les denomina abreviando su nombre.

Éstos ofrecen atención educativa a niños y jóvenes con alguna discapacidad y tienen como uno de sus muchos propósitos el favorecer el desarrollo de las habilidades artísticas de éstos. Dichos centros escolares están ubicados en la ciudad de Coatepec, por lo que su matrícula se compone de alumnos residentes en esta ciudad así comoen otras localidades cercanas. El evento será inaugurado el próximo miércoles 2 de febrero de 2011 a las 17:00 horas en el domicilio de la Galería, ubicada en la avenida Primero de mayo # 95 de la colonia Obrero Campesina de la ciudad de Xalapa-Enríquez, Veracruz.

El pintar es un interés natural de los estudiantes, por tal motivo, así como por la enorme importancia de las manifestaciones artísticas en el desarrollo de las personas, los ejercicios plásticos son una de las actividades cotidianas de los alumnos especiales. El objetivo que se persigue con exponer los trabajos es, por un lado,rescatar los productos de los estudiantes para generar una colección que pueda ser apreciada por un público y de esta manera los jóvenes artistas vivan la experiencia única de saber que su trabajo ha sido conocido por un público heterogéneo y no solamente por sus más allegados. Por otro lado, se pretende dar a conocer, a quienes tengan la oportunidad de asistir a contemplar las pinturas, una faceta del potencial de las personas con discapacidad.

La exposición se llama “Colores mágicos” por diversas razones. Una de ellas es que todos los trazos de la muestra se efectuaron en un lugar que, por la nostalgia que inspira dada su arquitectura colonial y su pintoresca estampa ha sido denominado “Pueblo Mágico”; otra es que hay una relación mágica entre los jóvenes artistas y el pincel, la cual les permite plasmar sus sentimientos a través de los colores en un lienzo blanco; una más es la magia que las pinturas de los niños y jóvenes despiertan en quienes se atreven a aventurarse en el universo de las formas y se arrojan sin salvavidas al océano de la imaginación tratando de descubrir no lo que la pintura podría significar para el artista, sino lo que significa para ellos dados los sentimientos que les provoca.

Pero independientemente de la razón con la que se coincida dentro de las antes expuestas o alguna otra que pudiera parecer más pertinente, hay una causa indiscutible para llamarle a la colección “Colores mágicos”. Esa causa es la más inverosímil de todas, y es que cada alumno pintó con una paleta de colores encantada sobre la que recae una consigna, la de que todas las pinturas que se generen a partir de dicha paleta, independientemente de las formas, tamaños, colores y texturas que plasmen sus autores, contienen un mismo y único mensaje oculto entre los trazos.

Ese mensaje está dirigido a todo el que pueda oírlo, pero también al que no pueda, a todo el que pueda leerlo pero también al que no pueda, a todo el que pueda pronunciarlo pero también al que no pueda, a todo el que pueda escribirlo pero también al que no pueda, a todo el que pueda caminar para difundirlo, pero también al que no pueda; a todo el que pueda reflexionarlo, pero también al que no pueda. Ese mensaje es imperceptible cuando se intenta analizar a profundidad cada pincelada, pero resulta obvio, imponente y hasta desafiante si la aproximación a la obra simplemente se basa en una actitud de apertura a lo que el cuadro pueda generosamente obsequiar a quien lo contempla.

El mensaje es el siguiente:“Nosotros estamos aquí, como todos los demás; con carencias que pudimos no haber tenido, como todos los demás; con sueños y anhelos difíciles o casi imposibles de realizar, como todos los demás; con una carga de valentía que nos hace avanzar y otra carga semejante de miedo que nos hace detenernos, como todos los demás; pero hemos tomado una decisión que quizá pueda ser útil para identificarnos: ¡No estamos dispuestos a dejar pasar la vida de largo como si nunca hubiésemos existido!”. No importa lo que los jóvenes pinten, la paleta de colores siempre se las arregla para entregarnos su mensaje. Los invitamos a recibirlo y, tal vez, si sus convicciones resultan afines, a compartirlo.