Genera molestia la próxima activación de parquímetros en el centro de puerto

Para quienes habitan el primer cuadro de la ciudad, la próxima puesta en marcha de los parquímetros ha significado mucha confusión, ya que para los dueños de carros en zona de parquímetros, habrá exenciones en el pago de las tarifas, sin embargo, hay mucha tramitología para conseguir el permiso.

Lisset Islas Rodríguez –callejón Clavijero 180- comentó que le llamaron del municipio para notificarle que dentro de poco habrá parquímetros cerca de su calle, y por lo mismo habría que pagar por el tiempo de estacionamiento, en tanto, para los habitantes de la zona, se les distribuirían permisos para no cubrir la tarifa y poder estacionar sus vehículos.

Para ello debía acudir al municipio con varios documentos, acta de nacimiento, comprobante de domicilio, copias de la credencial de elector, facturas del carro y sus correspondientes pagos de tenencia, más otros requisitos, entre ellos el recibo del predial.

“Son muchos documentos, para qué tantos, si solamente será un permiso para estacionarnos, exageran. Yo fui, y no me aceptaron la factura porque no estaba al mismo nombre del dueño de la casa, con eso ya no seremos beneficiados y tendríamos que pagar o llevar nuestro carro a estacionar más lejos”, dijo.

Reiteró que la mayor parte de los vecinos del callejón se encuentran molestos con la medida del municipio, ya que no se les facilidades para librar el cobro.

Arturo Juárez, propietario de la cocina económica La Jarocha –esquina Canal, entre Cinco de Mayo e Independencia- lamentó que desde el anunció de los medidores, su clientela ha bajado en 30 por ciento. “No quieren bajar porque piensan que les cobrarán el estacionamiento, mejor se van a las plazas comerciales, donde sólo cobran 10 pesos el rato”, expuso.

A Rafael Cueto González -dueño de “Vidrios Cueto”, entre Cinco de Mayo, Canal y Arista- le han plantado unos cinco aparatos a lo largo de su cuadra, pero varios muestran señales de vandalismo, “en los primeros días la gente les echaba dinero, los que no sabían, y cuando los malandros escucharon que ya sonaban las monedas, les dieron de golpes a varios para sacarles el dinero”.

Es una lástima –siguió- que las autoridades no hayan tomado en cuenta a los ciudadanos para esta decisión, pues nos están afectando, yo ya no vendo igual en mi negocio, los mismo clientes nos lo dicen, prefieren irse a otro lugar porque acá ya no hay donde estacionarse. No sé cómo le haremos para quienes tenemos que subir y bajar mercancía”.