El exrector de la Universidad Veracruzana y actual director ejecutivo de CAMPUS, que es uno de los tres programas de la Organización Universitaria Interamericana (OUI), Raúl Arias Lovillo; opinó que los gobiernos de México y las entidades deben “apretar” y desaparecer a tanta universidad privada, porque son un “fraude” y una falta de respeto para las familias.
Entrevistado en un restaurante de la ciudad, a donde supuestamente daría una conferencia de prensa, que aclaró no fue así, sólo llegó a desayunar; sostuvo que “se diga lo que se diga” durante los dos gobiernos panistas anteriores hubo un crecimiento de la privatización de la educación, pero la investigación científica y tecnológica, así como las universidades más avanzadas, siguen siendo las universidades públicas, a excepción de la Iberoamericana, el Tecnológico de Monterrey, la Universidad de las Américas y la Anáhuac.
A ello, reiteró que no es posible que haya 3 mil universidades privadas en el país, porque eso es una falta de respeto para todos, es un fraude para las familias y los individuos que tienen la ilusión de tener mejores condiciones de vida, “es un fraude para un estado y para un país”.
“Saben lo que hizo Ecuador… por decreto desapareció unas universidades que no reunían los mínimos de calidad y eso es proteger a la sociedad de esos proyectos fraudulentos, pero cada país tiene sus condiciones sociales… yo creo que lo primero es ajustar un poco esa flexibilidad tan grande para otorgar permisos, para abrir universidades, me parece que habría que ir al fondo del tema y definir claramente qué se entiende por universidad”, manifestó.
Recalcó que hoy una universidad puede ser cualquier “changarro” que se abre en un garaje y se contrata a algunos profesores que se pueden encontrar en cualquier parte y abrir carreras de cualquier tipo y otorgar un papelito con el visto bueno de las autoridades.
Señaló que esto es responsabilidad de la Secretaría de Educación Pública y de las entidades federativas porque hay infinidad de instancias que aprueban un programa de licenciatura o la apertura de una universidad, “hubo demasiada flexibilidad”.
Sin embargo, a la pregunta de qué hacer si la UV no tiene el espacio suficiente para la demanda; refirió que la UNAM dio este año menos de 7 mil espacios cuando la Veracruzana daba más o menos 16 mil y la UNAM tenía 9 veces más de presupuesto.
“Yo creo que la UV sigue haciendo un gran esfuerzo por abrir espacios pero lo hace de manera responsable. Nosotros recibimos a estudiantes que les vamos a garantizar que su formación es buena, competitiva, que un egresado saldrá a la calle con capacidad de mejorar sus condiciones de vida, de su familia, no estamos haciendo un fraude”, sostuvo.
Aseguró que frente a los países que han invertido en educación superior, México no ha alcanzado ni siquiera el 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a pesar de que existe el compromiso desde el 2000.
“Eso es ridículo porque no se entiende que para que México pueda superar sus gravísimos problemas que hemos padecido en los últimos años, eso solamente se puede hacer creando empleos y para crear empleos necesitamos ser competitivos y para ser competitivos necesitamos invertir en educación y en ciencia y tecnología”, expuso, pero nuevamente reprochó que esta fórmula que parece tan sencilla, la clase política no la entiende fácilmente.
Por ello, lo que se busca es crear una corriente de opinión en todo el Continente Latinoamericano para que las reformas a las universidades puedan ser posibles y cuenten con mayores recursos, se puedan intercambiar proyectos exitosos y se pueda elevar la calidad competitiva.
Opinó que la reforma educativa propuesta por el Gobierno Federal es bastante “limitada” porque son muchos los mitos que se construyeron durante años, donde la educación no estuvo en manos del Estado sino de los sindicatos y las consecuencias están ahí, es decir, “somos casi incapaces de impulsar una verdadera educación”.
“No es tan grave el tema en la educación superior porque hay un conjunto de universidades que supimos impulsar en su momento reformas importantes y recientemente hubo una importante declaración del Secretario ejecutivo de la ANUIES llamando a las universidades a una importante oleada de reformas que urgen en el espacio de la educación superior”, destacó.
Raúl Arias Lovillo agregó que un país que no invierta en su educación en todos sus niveles, es un país que no tiene un gran futuro, pero tampoco se trata de invertir por invertir, eso sería como tirar dinero al cesto de la basura, debe ser parte de una acreditación de su capacidad competitiva, de sus niveles de calidad.
“Se trata de que se vincule la docencia con la investigación, que la docencia esté centrada en el estudiante, que se construyan aprendizajes efectivos en los estudiantes, no más la figura del profesor, ese fue el modelo que heredamos del siglo XIX. Hoy los modelos educativos innovadores centran el aprendizaje en los estudiantes”, abundó.
Aseveró que la “oleada” de innovaciones científicas y tecnológicas se puede incorporar a los sectores productivos que a su vez contribuyen a la competitividad económica de un país y esa es la fórmula que han seguido por años países del sureste asiático, China, Brasil y Chile en el caso de América Latina y que hoy nos superan por mucho.
Este martes informó, se llevará a cabo un curso para gestores universitarios, rectores, secretarios generales, directores de aéreas académicas y donde confluirán funcionarios de toda América Latina.
Abundó que CAMPUS está ayudando a crear las condiciones para construir un espacio común de educación superior en América Latina siguiendo la experiencia de Europa, la diferencia es que en Europa fue una iniciativa de los gobiernos, en tanto que en la inmensa mayoría de los gobiernos latinoamericanos deben ser las universidades las que construyan ese espacio.
Opinó que hoy para que un país pueda posicionarse en la economía internacional requiere innovaciones científicas y tecnológicas que se incorporen a los sectores productivos.
Definió que los países latinoamericanos no están compitiendo de manera favorable a la economía mundial porque no se ha invertido en ciencia y tecnología, porque no han provocado las reformas fundamentales en las universidades; sin embargo, con todas las limitaciones CAMPUS quiere contribuir a construir ese espacio común de las instituciones de educación superior.
Comentó que para que una universidad sea competitiva necesita primero que sus líderes tengan una visión, un horizonte de largo alcance, hacia dónde deben encaminar sus acciones.