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En la zona norte del Estado

Gracias al trabajo inmediato del Gobierno del Estado y DIF Estatal disminuye número de damnificados

- Instruida por la Presidenta del DIF Estatal, Rosa Borunda de Herrera, Zita Pazzi Maza, permanece atenta a las necesidades y entrega oportuna de apoyos - De 42 albergues instalados a partir de la declaratoria de emergencia, solo quedan 18

P?nuco, Ver. 23/09/2007

alcalorpolitico.com

Gracias a la labor y esfuerzo coordinado entre instancias de Gobierno del Estado y DIF Estatal, la situación crítica enfrentada por familias afectadas por la inundación de sus viviendas en esta región norte de la entidad, comienza a retomar la normalidad y simultáneamente disminuye el número de albergues instalados a partir de la declaratoria de emergencia.

Instruida por la Presidenta del DIF Estatal, Rosa Borunda de Herrera, de permanecer en este municipio atenta a las necesidades y entrega oportuna de apoyos, la directora del organismo asistencial, Zita Pazzi Maza, constata desde hace 21 días que ninguna despensa, botella de agua, ropa, cobertor o colchoneta, deje de ser otorgada.

Esta acción ha despertado más confianza entre los damnificados, pues se acercan para realizar alguna petición o expresarle diversas inquietudes, mismas que son canalizadas directamente a la instancia correspondiente.

De acuerdo con datos proporcionados por la Subsecretaría de Protección Civil, de 42 albergues instalados, a la fecha han sido evacuados un total de 18, principalmente en los municipios de Pánuco, El Moralillo y Tamos.

Por ejemplo, en Pánuco, 12 escuelas se han desalojado y 2 en el Moralillo, donde había 8 albergues, mientras que en la congregación Tamos, continúan habilitados 4, y las familias no regresarán hasta que baje el nivel del agua en sus colonias para evitar un riesgo a su salud.

Lo mismo acontece en las comunidades Tirada de Pavos, Cacalilao y Vega de Otates.

La mañana de este domingo, la funcionaria estatal recorrió el albergue ubicado la Escuela Primaria 123, donde son alojadas 66 familias y 221 personas, principalmente de la colonia Chimalpopoca.

“Nos traen de comer, no tenemos por qué hablar mal, debemos reconocer que alimentos, despensas y otros apoyos hemos recibido”, dijo María de la Luz Reyes Martínez.

Comenta que desde que sus papás murieron ella vive sola en una casa construida de hule y varas, misma que fue destruida por el desbordamiento de uno de los caudales y agua de lluvia.

“Ya me dijeron que me van a ayudar con láminas para volver a construirme mi casita, la verdad yo me sostengo de la venta de nopales y otras verduras, aparte de un apoyo que me traen cada dos meses.

En cada aula, permanecen de 2 a tres familias, donde con las despensas que les entrega el DIF Estatal, cocinan sus propios alimentos, sin embargo, desde el inicio de la contingencia, la unidad móvil de la Secretaría de Seguridad Pública, tampoco ha dejado de distribuir las 5 mil 200 raciones diarias de desayunos y almuerzos.

Algunas guisan o fríen papas, donadas recientemente al DIF Estatal, por un productor de la región de Perote, alimento que fue entregado oportunamente a la población damnificada de Pánuco, Pueblo Viejo, Moralillo, Tamos, Cacalilao y otras comunidades.

Otras acuden al río, donde las actividades de pesca se han reanudado y compran aunque sea un kilo de pescado que les cuesta alrededor de 20 pesos.

Efraín Juárez, junto con sus cinco hijos y esposa, permanece en este albergue desde el 1 de septiembre. Su casa era de color naranja y ahora el color se ha tornado verde debido a la inundación; ellos piensan retornar este miércoles y volver a su vida habitual.