Una actitud intolerante acompañada por un discurso de odio es lo que se observa en los grupos religiosos en el estado, señalaron integrantes de la comunidad LGBTTTI y colectivos feministas.
Lamentaron que en vez de llegar a los encuentros dispuestos a hablar y a escuchar, lleguen a gritar y agredir, como ocurrió en el reciente Encuentro por la Igualdad y la No Discriminación convocado por la diputada Mónica Robles Barajas, en Orizaba.
Señalaron que ahora incluso ya hay amenazas abiertas señalando que "va a correr sangre" si se lleva a cabo esa misma actividad en la ciudad de Boca del Río.
Invitaron a esas personas a que acudan a los encuentros a escuchar y a presentar sus propuestas, pero con argumentos jurídicos, no teológicos, pues México es un Estado laico.
Cualquier actividad, destacaron, debe llevarse a cabo en un marco de respeto y tolerancia, privilegiando el diálogo, para buscar los puntos de acuerdo entre los veracruzanos, siempre bajo el principio de no discriminación y respeto a los derechos humanos.