Habitantes de la Sierra del Gallego, en la zona centro, aprendieron a vivir violentados

Pese a sufrir casos de violencia intrafamiliar, los usos y costumbres de los habitantes de la Sierra del Gallego, les impiden denunciar este delito para que sea sancionado por las autoridades de procuración de justicia, lamentó Jorge Name Roque, procurador de la Defensa del Menor.

Explicó que de 128 casos atendidos el año pasado, sólo 28 correspondían a la zona rural, lo que refleja esa falta de interés de ese sector de la población, que vive la violencia familiar en silencio, debido al temor a presentar una denuncia por un delito con el que han aprendido a sobrevivir.

Name Roque destacó que el toparse con un trámite extenso al momento de denunciar ser víctimas de violencia, puede ser uno de los factores que inhibe a las mujeres de la sierra que presenten una denuncia por el maltrato que viven, incluso en el caso de adultos mayores que a pesar de la edad continúan maltratando a sus parejas.

Indicó que tras detectar este fenómeno cada jueves una brigada acude a distintas comunidades de la Sierra del Gallego a brindar información y capacitación a las personas para que conozcan los tipos de violencia que existen y puedan detectar si la viven y recibir asesoría en caso de querer denunciar su caso.

Enfatizó que la violencia no se combate solamente con la denuncia, sino con la educación, por lo que es urgente que sin perder sus usos y costumbres, se erradique en los habitantes de la zona rural, la cultura del machismo y la violencia que las mujeres o los hijos deben soportar.

El funcionario estimó urgente que la sociedad promueva el respeto a los derechos humanos, para que las personas que habitan en las zonas rurales no continúen siendo maltratadas por sus parejas