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Sección: Estado de Veracruz

Hormonas ambientales presentes en todos lados; alteran funcionamiento del sistema endocrino

Lilia América refiere que en México no hay estudios al respecto; sugiere alimentarse con alimentos no industrializados

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 17/10/2012

alcalorpolitico.com

"Mientras menos industrializado sea lo que te comes mejor", declaró la doctora Lilia América Albert, quien ha trabajado en varios institutos así como en la Sociedad Mexicana de Toxicología.

Durante su conferencia "Riesgos actuales y futuros de las hormonas ambientales", impartida en la Facultad de Biología, la doctora mencionó que éstas son sustancias que se encuentran en el ambiente con actividad hormonal y por lo tanto, alteran el funcionamiento del sistema endocrino.

Como resultado se desajustan los sistemas neurológico, inmunitario, nervioso, así como las funciones vitales tanto del ser humano como de las especies animales.
Pese a que son un tema de preocupación tanto en Estados Unidos como en Europa, debido a los efectos encontrados después de la Segunda Guerra Mundial, en México no hay ni estudios ni cifras, mucho menos acciones para evitar el efecto de las hormonas ambientales.

Expuso que el efecto no se verá en quienes están expuestos, sino en las generaciones futuras, como por ejemplo la descendencia.

Las instituciones oficiales prefieren deslindarse responsabilidades al reducir el número de sustancias controladas.

Aún no hay consenso de cuántas hay; sin embargo The Endocrine Disrupter Exchange informó que a fines del 2011 tenían 870 sustancias registradas. No obstante la EPA de Estados Unidos, sólo evalúa 73. Esto porque la definición de lo que se conoce como hormonas ambientales varía.

La doctora mencionó que en uso hay 140 mil sustancias reconocidas en el mundo, el programa Reach de Europa tiene 143 mil registradas.

Las hormonas ambientales se encuentran en materiales de empaque de alimentos, de cuidado personal, en lo textil con el retardante de flama y subproductos industriales. Por lo que sustancias antropogénicas con potencial como hormonas ambientales pueden ser 500 mil.

Las hormonas son esenciales para el buen funcionamiento de los seres vivos, ya que no hay proceso fisiológico que no esté controlado por ellas.

"Cuando hablamos que trastorna el equilibrio hormonal, queremos decir que nos trastorna por completo. En México dicen que se usan 25 mil y no hay un dato que arroje estudios fehacientes de ello. Es decir que estamos arriba de Guatemala y debajo de Francia".

Albert refirió que también pueden encontrarse en plásticos, plastificantes, detergentes, cosméticos, metales, textiles, plaguicidas, disolventes, fragancias, disolventes y subproductos industriales, incluso en biberones o recubrimientos de teflón de los sartenes.

"No hay presión social informada, por eso el gobierno no hace nada".

Entre los primeros casos de disrupción hormonal se encuentran los de 1984 con lagartos de la Florida que no podían reproducirse; hicieron cuentas espermáticas en diversos países que van siendo lentos defectuosos e inútiles.

Entre los efectos hay algunos insidiosos, como la tos, alteración de carácter; otros son ambiguos, múltiples, ocurren a largo y muy largo plazos; son graves para embriones y fetos, ya que la dosis que les afecta es muy baja.

Las etapas más vulnerables son en estado embrionario fetal, por ello la exposición de embarazadas o lactantes es crítica, "Hay efectos verdaderamente graves y son casos probados, ya se cuenta con estudios comprobados, como los hombres en Dinamarca con disminución de espermatozoides después de la segunda guerra mundial. Desde el 92 al 99 no hubo nada y fue cuando se reconoció el problema.

Finalmente precisó que en septiembre durante la 3a Conferencia Internacional sobre la Gestión de las Sustancias químicas efectuadas en Nairobi, se reconoció la importancia de los disruptores endocrinos, por lo que se acordó proteger a humanos y al medio.

"Hay que elevar el nivel de conciencia al respecto, así como ver cuántas y cuáles se usan en México para desarrollar estudios de caso que se lleven a las autoridades. En México podría educarse a los usuarios, identificar a los que estamos expuestos y con ello, reducir la exposición", concluyó.