Incapacidad de autoridades para atender a mujer que ocasionó disturbios en el centro de Xalapa

Incapacidad de autoridades estatales y municipales para atender a una mujer que ocasionó diversos disturbios en el centro de la ciudad capital, incluso poniendo en riesgo su vida.

Desde temprana hora de este miércoles, una joven mujer que dijo llamarse Eurídice, irrumpió en conferencia en el café La Parroquia, donde gritó que había sido víctima de los empresarios por dos años.

Luego de los gritos y amenazas, salió del lugar para acudir a la Plaza Lerdo, se quitó la blusa y detuvo el tráfico por un momento, ya que estacionó su auto en un carril de la transitada avenida Enríquez.



Posteriormente, se vistió con una camisa de la Cruz Roja Mexicana y sacó una maleta de su automóvil, donde decía que tenía una persona muerta.

En su recorrido, donde lanzaba gritos y amenazas, ingresó a una céntrica escuela, después regresó a la Catedral metropolitana donde pidió por la salvación de los asistentes y pecadores.

Aunque se hicieron diversas llamadas de auxilio, ninguna autoridad llegó al sitio, tampoco ambulancia o algún especialista que pudiera tratar a la mujer que realizaba desmanes en la vía pública.



Tránsito del Estado fue quien intentó remolcar el automóvil que habría dejado obstruyendo la vía pública. No obstante, la mujer se incorporó a la grúa, subió a su auto, se quitó los zapatos y posteriormente también se incorporó al toldo de la grúa, poniendo en riesgo su vida, sin que los elementos de seguridad y los propios de Tránsito del Estado, hicieran algo al respecto.

Quienes llegaron al sitio, fueron tres mujeres del área de Política Regional del Gobierno del Estado, quienes sólo hablaban entre ellas y no sabían qué hacer; además, acusaron que los medios de comunicación tenían la culpa de que la mujer hiciera desmanes, ya que se mantenían cubriendo el hecho.

Incluso, una de las integrantes de Política Regional se molestó cuando una reportera le tomaba fotografías y le gritó a la comunicadora.



“¡No me tomes fotos! ¡Estás violando mis derechos humanos!”, le gritó a reportera, quien contestó que ella estaba violando los derechos humanos de la mujer al ser omisa como autoridad, ante el hecho de vulnerabilidad por el que atravesaba.

A pesar de que fueron varias horas en las que la joven mujer estuvo en el centro de la capital del Estado, obstruyendo vialidades, generando desmanes y hasta insultado a los transeúntes, ninguna autoridad acudió a auxiliar a la persona.

Dos jóvenes que se acercaron a observar el hecho, fueron los únicos que le ofrecieron agua y se mostraban preocupados porque no fuera a caer de la grúa, desde donde recibía o hacía varias llamadas de su teléfono celular.



Mientras estos jóvenes convencieron a la mujer de bajar de la grúa, los elementos tuvieron la oportunidad para remolcar su automóvil.

Es así, que sin la presencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Seguridad Pública o Cruz Roja, la mujer observó cómo se llevan su auto y emprendió una caminata por el centro de la Ciudad, seguida por algunos medios de comunicación que consignaban el hecho.