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Sección: Estado de Veracruz

Indígenas, proclives al abuso de quienes manejan programas sociales: Obispo de Papantla

- Criticó a profesores que sólo cobran y no dan clases en comunidades pobres

- Jorge Patrón comprobó que en la Sierra del Tototacapan la gente tiene necesidad de Dios

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Orizaba, Ver. 20/09/2012

alcalorpolitico.com


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Los indígenas, al menos de la Sierra del Totonacapan, son víctimas por medio de los programas sociales, de la ambición de quien pretende beneficios políticos y económicos. Además, en materia de educación en la zona serrana hay muchos profesores que se convierten en comerciantes de la educación, pues no atienden el rezago que hay en este aspecto pero sí cobran su salario, manifestó el obispo de Papantla, Jorge Carlos Patrón Wong.

Entrevistado durante el Congreso Provincial de Pastoral efectuado en Orizaba, se le cuestionó si es necesario replantear el esquema de los programas federales, a lo que indicó que éstos en teoría son para beneficiar a la gente que más lo requiere, pero en la práctica quien los aplica los usa para beneficiarse a sí mismo.

“Lo utilizan para servirse ellos mismos, lo que sí necesitamos en los programas es cambiar la actitud de servicio de las personas que trabajan con los indígenas, he constatado en los tres niveles de gobierno, de diferentes partidos gente que se incrusta en estos programas para aprovecharse de todo y conseguir beneficios económicos y políticos”.

Pero el problema no sólo se resume a pobreza y marginación, sino que otro aspecto que tiene muchos problemas es el educativo, pues en las zonas indígenas los profesores no tienen vocación, sólo cobran y no acuden a dar clases.

“Tenemos personas que no merecen el calificativo de maestros, que son unos comerciantes de la educación a nivel político y económico, ni van a las comunidades a dar clases, cobran y sólo llegan a pasar a los alumnos sin que estos estén educados”.

¿Los indígenas se siguen enfrentando ala pobreza y la marginación?, se le cuestionó.

- Todo México estamos viviendo las situaciones contradictorias, porque por una parte hay progresos evidentes y también hay atrasos y lacras que parecerían permanentes; eso que sucede en todo México lo hay en las zonas indígenas, hay avances y cosas negativas que brotan de la mentira y corrupción.

Por ello, dijo que como Iglesia católica creen que debe haber un cambio del corazón, que no debe haber explotación de hombre sobre hombre, se le apuesta al cambio en las actitudes y no sólo culpar a un sistema económico “es obvio que con un corazón nuevo los encargados de la política, de la vida social, deberán cambiar actitudes, sistemas”, expresó.

Agregó que tienen contacto como Diócesis con este sector, en donde descubrieron que la gente tiene hambre de Dios, una necesidad de acompañamiento, valoración y purificación de costumbres “aunque han penetrado situaciones como el alcoholismo, la desconfianza, violencia, manipulación, pero en el corazón del Totonacapan hay esperanza”, finalizó.