Inestabilidad del precio del dólar afecta inmediatamente a la economía local: Director del IIES-UV

A diferencia de diez años atrás, la actual inestabilidad en la política cambiaria golpea de manera inmediata a la economía local; advirtió el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Veracruzana (IIES-UV) Darío Fabián Hernández González.


Comparó que, si bien en enero de este año la presión cambiaria en los precios locales es inmediata, un década atrás los consumidores no resentían dicha situación y la variación en el tipo de cambio peso-dólar se reflejaba en los precios incluso quince días después.


"Con la tecnología, el cambio de precios en las etiquetas y códigos de barras es inmediato; se resiente de manera casi instantánea sus fluctuaciones en el tipo de cambio y los supermercados ajustan los precios", explicó.


Aclaró el académico que si bien el aumento es de unos centavos o de unos pesos, la suma total daba un monto considerable.


"Con la economía globalizada, antes de Trump, el efecto a nivel local no era tan fuerte y hoy la extracción a nivel local de dicho recurso es más rápida", expresó.


"Se incrementan los precios en los supermercados locales y los niveles de extracción de la riqueza local aumentan. Siempre ha habido dicha extracción y ahora es acelerada y abundante", citó.


Ilustró que en otros países los gobiernos aplican un “código naranja" para los productos, mano de obra y redes de distribución local: a estos se les aplica un distintivo naranja, lo que reduce las afectaciones de una inestabilidad en la política cambiaria.

"Y la gente no tiene confusión con eso y la gente lo puede comprar, es una política que no cuesta mucho dinero y favorece el consumo local, evita la extracción económica generada por el tipo de cambio fluctuante tan recesivo para nosotros y evita los costos de transporte alto", explicó Hernández González.


Tal estrategia la realizan Holanda, Islandia, Italia y Francia e implica, tanto preferir comercios, como productos locales.


"Es una estrategia que no hemos adoptado y no es necesario que la aplique el Gobierno, porque la pueden hacer las cámaras de comercio, las organizaciones de productores; (...) es una acción proactiva de los ciudadanos", explicó.