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Sección: V?a Correo Electr?nico

Introducción al derecho

Joaqu?n Alc?ntara Hern?ndez 18/02/2013

alcalorpolitico.com

Dedicado a jóvenes sin cola que les pisen que son opción digna en la política.
Hoy vamos a platicar una interesante anécdota estudiantil que sucedió en el aula de la escuela. Pero antes es necesario reconocer que, para bien o para mal, cada pueblo tiene el gobierno que se merece. De tal suerte se dice que en un país de ladrones el más ladrón es presidente. En un país de mentirosos el más demagogo es presidente. En un país de trinqueteros el más tramposo es presidente. Y se asegura también que en un pueblo apático, abúlico y de nula participación ciudadana lo más común es manipularlo cuál títere pueblerino que acepta cualquier monigote como presidente. Lo mismo le da que le impongan a un inútil niño fresa con complejos de sangre azul, a un merolico caduco descontinuado con pesada carga negra en su trayectoria, o a un triste desconocido que con publicidad lo convierten de la noche a la mañana en ‘ídolo de barro’ y luego en presidente. Tristemente hay pueblos así, conocidos como ‘pueblos comodines’ que sufren el estancamiento generado por los caprichos de políticos sin visión ni vocación de servicio.
Pero lo interesante es que ahora la mayoría de los pueblos han despertado y con justicia buscan y merecen un cambio real y palpable que les permita elevar su nivel de vida. Coatepec tiene de dónde echar mano y postular a gente comprometida con su historia que garantice un buen gobierno municipal. Ya no más pueblos obstruidos viendo cómo a sus autoridades les queda grande el puesto. Lo bueno es que no hay mal que dure cien años. Por fortuna los niños de hoy están viendo por televisión una serie de anuncios que resaltan los valores humanos, la dignidad, la probidad, el respeto, en fin… una serie de principios y valores que todos debemos rescatar como norma de conducta de observancia obligatoria en esta sociedad de la que todos formamos parte… esos niños de hoy, un día no lejano gobernarán a sus pueblos.


Esta es una de las principales razones por la cual la Reforma Educativa era impostergable. Este México nuestro merece verdaderos maestros con auténtico espíritu acorde a ese noble apostolado; maestros que preparen acertadamente a la niñez mexicana. ¡Vaya! Que los hay, para todos ellos va un interminable aplauso. México necesita a esta selecta clase de maestros porque la educación en México no tiene por qué ser rehén de profesores flojos, ineptos, abusivos y hasta briagos que son caldo de cultivo para el retraso de nuestro país. De estos remedos de mentores salen ‘alumnos’ como los que hoy tienen secuestrada a la Universidad en el DF. ¡Enhorabuena!, pues, por la Reforma Educativa.
Bien; vayamos a la aleccionadora anécdota. No sin antes expresar con gusto que muchos jóvenes de trayectoria limpia sin cola que les pisen ya están incursionando en la política, lo mismo que empresarios exitosos que tienen todo el derecho a participar a manera de equilibrar la balanza donde algunos políticos desacreditados se aferran al poder para seguir haciendo mal uso de él. Ojala más empresarios coatepecanos que gozan de honorabilidad y prestigio se animen a participar. Porque Coatepec tiene también riqueza en su gente y no debe arriesgarse a que políticos nocivos mal dirijan los destinos de esta bendita tierra de María Enriqueta. México somos todos.
Aclarado lo anterior, veamos lo que sucedió aquella mañana cuando el nuevo profesor de "Introducción al Derecho" entró a la clase, lo primero que hizo fue preguntarle el nombre a un alumno que estaba sentado en primera fila:


-¿Cómo te llamas?- Me llamo Juan, señor.
¡Vete de mi clase y no quiero que vuelvas nunca más! -gritó el insolente y agrio profesor- Juan estaba desconcertado. Cuando reaccionó se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió cabizbajo de la clase. Todos estábamos asustados e indignados pero nadie dijo nada.
Está bien, -dijo el profesor- ¡Ahora sí! ¿Para qué sirven las leyes?... Seguíamos asustados pero poco a poco comenzamos a responder a su pregunta: "Para que haya un orden en nuestra sociedad" "¡No!" -contestaba el profesor- "Para cumplirlas", -dijo otro- "¡No!" "Para que la gente mala pague por sus actos" "¡¡No!! ¿Pero es que nadie sabrá responder esta pregunta?"... "Para que haya justicia", dijo tímidamente una chica. "¡Por fin! Eso es... ¡Para que haya justicia! Y ahora les pregunto, ¿Para qué sirve la justicia?"...


Todos empezábamos a estar molestos por esa actitud tan grosera, prepotente, autoritaria. Parecía que estábamos frente a algunos políticos. Sin embargo, seguíamos respondiendo: "Para salvaguardar los derechos humanos" "Bien, ¿qué más?", -decía el profesor- "Para discernir lo que está bien de lo que está mal"... y seguían... "Para premiar a quien hace el bien."
¡Ok!, no están mal pero... respondan a esta pregunta ¿actué correctamente al expulsar de la clase a Juan?... Todos nos quedamos callados, nadie respondía.- ¡¡Quiero una respuesta decidida y unánime!!!!!...
¡¡Nooooooooooooooo!! -dijimos todos a la vez-


¿Podría decirse que cometí una injusticia?
¡¡¡Síííííííííííííííííí!!!!!!!!...
Entonces… ¿Por qué diablos nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué mierda queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía para llevarlas a la práctica? ¿Por qué quedarnos callados ante funcionarios autoritarios, prepotentes, caprichosos imprudentes y hasta ladrones? ¡¡Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar enérgico cuando presencia una injusticia!!... ¡¡¡Que no se vuelva a repetir esta actitud sumisa, cobarde y apocada como la que tuvieron hoy ante mí!!!... ¡¡Me decepcionaron!!... ¡No soy semidios, ni inmortal ni infalible!... ¡¡Soy de carne y hueso de paso en este mundo igual que ustedes!!!


Luego, -con voz grave el profesor concluyó- "¡¡Hay muchos funcionarios que son abusivos, demagogos, embusteros, saqueadores y ladrones, pero los hay porque nosotros se lo permitimos!!! Todos. ¡No vuelvan a quedarse callados, mansos y mensos!, ¡¡NUNCA MÁS!!!... sepamos escoger a gente verdaderamente valiosa que dirija a México entero.
Vete, pues, a buscar a Juan y dile que me perdone -dijo el profesor mirándome fijamente- Aquel día recibí la lección más práctica de mi clase de Derecho.
Cuando no defendemos nuestros derechos perdemos la dignidad.


¡¡¡Y la dignidad no se negocia!!!...
Por ahora esperemos un poco para ver qué cuadros nos presentan los distintos partidos políticos para las próximas elecciones. Pues no basta quienes vayan a la cabeza, sino los demás cargos públicos que son muy importantes para el desarrollo y progreso de los pueblos, en nuestro caso, de este municipio de Coatepec. Aquí, ya hemos dado muestras sobradas que no caemos en las trampas de las imposiciones caprichosas; sobre todo, porque Coatepec tiene mucha gente acreditada, valiosa y capaz que ama y respeta a esta tierra que nos lo ha dado todo sin pedirnos nada a cambio. Pepe Yunes, Adolfo Mota y Fernando Charleston deberían reflexionar a fondo qué es lo que realmente conviene a Coatepec y a su Distrito aprovechando a gente de raíces dignas que sin ser ni vivir de la política ha venido realizando por convicción labores de beneficio común, esa gente debe ser tomada en cuenta si en verdad quieren hacer un equipo que despierte confianza en el electorado. Generarían de paso para Coatepec, la oportunidad de impulsarlo al nivel que merecidamente reclama. ¡¡Viva México señores!!!... ¡¡Ajuaaaaaaa!!!