Intromisión de Iglesia en asuntos legislativos influyó en emisión de segunda Alerta de Género

En la segunda Alerta de Género por Agravio Comparado decretada para Veracruz, mucho tuvo que ver la Iglesia Católica por su intromisión en asuntos en los que no tendría por qué intervenir; aseveró Martha Mendoza Parissi, directora del Centro de Estudio para la Igualdad y Derechos Humanos del Congreso del Estado.

Por ello, exhortó a las autoridades de los tres niveles de Gobierno a velar por el Estado laico y recordó que obligar a una mujer a continuar un embarazo producto de una violación es tortura, trato cruel y degradante.

“Creo que todas las autoridades de los tres poderes, cuando aceptaron esos cargos juraron ante la Constitución Política de Veracruz, que tiene como principio fundamental la laicidad y creo que tienen que acatar ese principio”.



Los servidores públicos tienen un compromiso de velar por los intereses de la sociedad a la que representan.

Dijo entender que se tiene que escuchar a todas las voces, pero a la hora de legislar, de formular políticas públicas e impartir justicia, no se puede actuar considerando principios religiosos; más bien, se tiene que actuar conforme a Derecho, “porque así tiene que ser”.

Además, dijo que se confirmó que el Código Penal de Veracruz vigente, es violatorio de los derechos humanos.



Señaló que con esta segunda Alerta de Género, el escenario a corto plazo es acatar todas las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), revisar los tratados internacionales que México ha suscrito en materia de derechos humanos y hacer una revisión integral al Código Penal de Veracruz.

Mendoza Parissi lamentó que la Vocería de la Arquidiócesis de Xalapa haya afirmado que las reformas a los artículos 158 y 159 del Código Penal de Veracruz, presentada por la diputada Tanya Carola Viveros Cházaro, para permitir la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación aumentando las causales, misma que no fue aprobada, es una iniciativa de planificación familiar.

“Eso es totalmente falso. Yo creo que la sociedad debe informarse y saber que en ningún momento el aborto es un método de planificación”.



De igual forma, expuso que cuando una niña o mujer, por consecuencia de una violación o pederastia resulta embarazada, tienen todo el derecho de decidir si lo interrumpe o no.

En ese sentido, recordó que ya está reconocido que obligar a una mujer continuar un embarazo producto de una violación es tortura, trato cruel y degradante.