Este fin de semana decembrino llenó las playas de la conurbación Veracruz-Boca del Río con cientos de turistas capitalinos, poblanos y tlaxcaltecas, quienes disfrutaron del mar y la arena veracruzanos.
El clima cálido permitió a los turistas relajarse a lo largo de la costa veracruzana.
Lamentablemente esta importante afluencia no genera derrama económica pues la mayoría de los turistas traen toda clase de accesorios playeros para evitar pagar por mesas o sombrillas, incluso cargan comida para no consumir en los restaurantes o palapas locales.
"Pues se ve lleno pero ni una palapa o mesa está ocupada, son pocos los que gastan y usualmente son los veracruzanos quienes consumen porque los turistas traen todo, si pueden hasta el tanque de gas", comentó el señor Candelario, un palapero que vende alimentos preparados y bebidas en la playa Villa del Mar del puerto de Veracruz.
A lo largo de la costa se observaron decenas de mesas y casas de campaña improvisadas, hechas con cubetas, sabanas, toallas, lonas e incluso tela mosquitero para evitar ser atacados por los insectos de la región.
Los visitantes cocinan en asadores o anafres, incluso traen botellones con agua purificada para evitar comprar en alguna tienda de autoservicio o en las palapas.
Quienes obtienen ganancias son quienes rentan paseos en banana o venden frituras y raspados, pues ni los vendedores de cubetas plásticas, juguetes hinchables o trajes de baño logran atrapar a los turistas porque la mayoría se mete en mar en ropa interior, jeans y playeras de algodón.
Aunque no generó ganancias para el comercio local tampoco hubo pérdidas lamentables, pues este caluroso fin de semana decembrino resultó con saldo blanco en la conurbación.