La isla Cabo Rojo tiene todas las perspectivas para convertirse en un polo de desarrollo turístico sobre todo para visitantes de Dallas, Texas y Nueva York además de otras ciudades norteamericanas, destacaron ante el gobernador Fidel Herrera Beltrán los empresarios turísticos Bill Bates y Susana G. Island, presidente y directora general de Sun Island México.
Ubicada en el municipio de Tampico Alto, Cabo Rojo tiene una serie de características y cualidades muy apreciadas por el turismo norteamericano, además de su cercanía con la Unión Americana, por lo que el interés de Sun Island México es crear allí infraestructura que ayude a detonar estas potencialidades, manifestó al Ejecutivo estatal el alcalde de este municipio, Salvador Mellado Villalobos.
Reunidos en el despacho del Mandatario veracruzano, la primera autoridad de Tampico Alto y los directivos de Sun Island México mostraron un proyecto inicial para desarrollar en mil 200 hectáreas una zona hotelera acompañada de otra con infraestructura de servicios diversos. Cabo Rojo es una isla de 30 mil hectáreas de extensión que ha visto elevarse su plusvalía con el puente que construyó el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
Incluso el moderno puente, inaugurado el pasado 27 de febrero, permite la navegación segura de embarcaciones de cualquier calado y tamaño y fue concebido para permitir el paso de embarcaciones turísticas por la laguna de Tamiahua, lo que permitirá que regatas como la Houston-Veracruz que se realiza desde hace años pueda pasar por allí.
Con una inversión superior a los 74 millones de pesos, el puente Tamiahua-Cabo Rojo permite una comunicación entre los municipios de Tamiahua y Tampico Alto a través de las comunidades Tantanamos, Palo Blanco, Taravitas, La Puntilla, Benito Juárez, Coyol, Aguacatal, del primer municipio, y La Majahua, Cabo Rojo, La Mata, Los Jobos, Papanes, Morales y otras del segundo.
A raíz de su puesta en servicio por parte del gobernador Fidel Herrera Beltrán se han incrementado notablemente as actividades productivas de la Laguna de Tamiahua, como son la pesca, la acuacultura, la agricultura y el turismo, y el desarrollo de la isla Cabo Rojo, dado que el puente de 230 metros de longitud permite una navegación segura de embarcaciones de cualquier calado y tamaño y fue concebido para permitir el paso de embarcaciones turísticas por la laguna.
Así mismo se ha puesto en marcha el Programa Integral de Saneamiento de la Laguna de Tamiahua con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
El puente en sí cuenta con amplias banquetas para que pueda ser cruzado a pie. La subestructura de diseño en base a pilas formadas por puentes colados en sitios unidos por cabezales de concreto reforzado son una especial característica de este puente, al igual que una superestructura conformada por 10 claros de 18 metros y una de 42 metros con una losa de concreto reforzada de 20 centímetros de espesor, que trabaja en colaboración con trabes.
Es una obra que, dada sus características tecnológicas, está diseñada para funcionar durante décadas.