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Sección: Estado de Veracruz

Invita Arzobispo de Xalapa a fieles católicos a ser humildes y acabar con la soberbia

Quien piensa que todo se le debe, que por sus propias fuerzas está viviendo o que el mundo no se lo merece, vive rodeado de soberbia

Ariadna Lezama Palma Xalapa, Ver. 09/07/2017

alcalorpolitico.com

En la homilía de este domingo, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, invitó a los fieles a ser sencillos y humildes para acabar con la soberbia, pues dijo que actualmente la sencillez no es lo característico de las personas, dado que generalmente confían más en las cosas soberbias.

Y es que señaló que la soberbia vive en algunas personas por estar pagados de sí mismo, pues cuando uno es humilde y sencillo, reconoce sus limitaciones, deficiencias y cree absolutamente en Dios, la fuerza de la gracia los hace ser mejores.

Pero quien piensa que todo se le debe, que por sus propias fuerzas está viviendo o que el mundo no se lo merece, vive rodeado de soberbia.



El mejor modelo de humildad es Jesús, que siendo Dios se hizo hombre y quiso morir por los pecados de la humanidad clavado en la cruz.

"La humildad y la sencillez son el antídoto contra la soberbia (...) el signo de humildad es cuando hice algo mal y lo reconozco, la regué y tengo que reconocerlo".

Explicó que algunos ejemplos de una actitud soberbia, es cuando lo detiene a uno un agente tránsito o policía, porque hizo algo indebido y contesta "no sabes con quién te estás metiendo".



O cuando no se quiere hacer fila y se quiere la palanca o la influencia para poder llegar primero que los demás, o cuando se piensa que porque se tiene dinero todo se quiere comprar, hasta la conciencia.

Resaltó que hoy en día el ambiente no es de humildad y sencillez, pues que se invita a ser pagados de sí mismo y a que el dinero es el que abre todas las puertas y a que todos valen lo que tienen.

Sin embargo resaltó que nadie vale lo que tiene, ni el dinero o las propiedades, pues esa no es la vida cristiana, por el contrario la vida cristiana es ser como Jesús, "mansos y humildes de corazón".



"Todos los que vengamos agobiados por cargas de la vida, por la edad, por la enfermedad, por las situaciones complicadas, difíciles y las relaciones humanas, tenemos que acercarnos a Jesús", finalizó.