A pocos días de haberse dado a conocer la posibilidad de la reapertura de la Isla de Sacrificios, la bióloga del Instituto Tecnológico de Boca del Río y directora del Proyecto de Arrecifes Artificiales, Magali Cruz Marsoa, opinó que este sitio debe ser respetado y no ver afectadas sus estructuras arrecifales.
“Se trata de un tema sensible. Se trata de administración e impacto ambiental, definitivamente si no se ha abierto antes ha obedecido a las decisiones adecuadas, ahora de acuerdo a los especialistas, no se ha informado las condiciones biológicas en las cuales se encuentra la isla”.
Con 22 años de estar cerrada al público, consideró que hay poblaciones estructurales presentes, pero se desconoce si la Isla cubre todas las condiciones para soportar una carga de personas, de visitantes.
Agregó que se deberá tener protocolos muy estrictos y apegados a las normas internacionales pues no puede ser una incursión más de tipo doméstico en un sitio tan importante a nivel medio ambiente.
Ante la proyección de la construcción de un restaurante en la Isla, señaló que el sitio no debe tocarse en su estructura arrecifal, pues no está permitido en ningún decreto ni convenio internacional el tocar los arrecifes y menos esta área.
“Como siempre lo menciono, se van a poner a prueba las capacidades científicas, logísticas y de presupuesto. El presupuesto determina el éxito del trabajo, somos muchos y generamos mucho impacto y el cortar presupuestos y dejar a medias proyectos es donde se ubica la catástrofe ecológica”, expresó.
Al concluir, dijo que la Secretaría de Marina sigue teniendo un lugar preponderante, la SEMARNAT, el Parque Sistema Arrecifal y CONAMM, los cuales deben analizar el proyecto, ya que podría impactar negativamente en el entorno ecológico.