L. Azam, Ampuero y Vila-Matas, apasionados de la lectura, se autodefinen como "letraheridos"

Este jueves se llevó a cabo la charla entre Lila Azam Zanganch, Roberto Ampuero y Enrique Vila-Matas, tres “Letraheridos”, quienes abordaron sus experiencias con la lectura, desde cómo se iniciaron en la lectura, hasta los libros que han marcado su carrera como escritores.

En la mesa titulada “Condenados a leer”, Roberto Ampuero, originario de Chile, dijo que la literatura tiene la capacidad de hacer que el lector visite los lugares y se convierta en una obsesión llegar a conocerla en vivo, después de imaginarla a detalle.

Destacó que hay una necesidad de expresar e hilar lo que les inquieta en palabras, como una forma de crear ciudades que llevan a mucha gente a buscarla, a tomar un avión y llegar a conocerla.

“Ese es un gran elemento, cuando alguien decide trasladarse de un lugar a otro porque quiere conocer lo que conoció inicialmente a través de las palabras, es un momento tremendo en que se expresa el poder que puede adquirir la literatura”.

Ampuero dijo que la lectura para él ha sido como un bálsamo ya que lleva 40 años viviendo fuera de Chile y la lectura le ha permitido sobrellevar esas circunstancias, durante su desplazamiento, “evitar la diáspora del país donde creciste”.

Destacó que como escritores, todo lo que ha aprendido, visto y experimentado a lo largo de su vida tarde o temprano lo utilizan, por lo que hay un momento formativo literario intelectual y espiritual, mientras que hay otro físico.

Para Lila Azam, la literatura era algo sagrado desde su infancia. Cuando se mudó a Estados Unidos, se acercó a la literatura como un acto artesanal. Sin embargo, al ser iraní, todos querían un libro de memorias desde su condición de mujer.

“Yo no puse ni una vez la palabra Irán en mi libro “El encantador”, es una guerra tremenda. No tenía nada que ver con el Irán”.

Afirmó que leer un acto doloroso, mágico, que da super poderes, siendo lector se crean mundos que se quedan para siempre y transforman la capacidad de ver cosas, experimentar lugares, seres, países.

Por su parte, Enrique Vila Matas, escritor español, dijo que a los 3 años ya sabía leer y asocia la lectura con las ganas de escribir, sus primeras lecturas fueron los poetas de la generación del 27.

Detalló que para él la escritura y lectura van unidas y que los últimos libros que ha revisado son uno de Sergio Pitol y “La soledad del lector”. Sobre la condición de un escritor refirió que debe seguir leyendo, sobre todo para reinventarse.

La charla concluyó con una serie de preguntas y respuestas donde la gente mostró interés por saber de qué forma evitaban escribir siempre sobre lo mismo, a lo que los tres coincidieron en señalar que si reescribían una y otra vez sus textos, era condenarse a una muerte segura.