La Biblia habla del fin de la maldad, no de la Humanidad; no teman: Evangélicos

Para los evangélicos, en la Biblia no está escrito el fin de la Humanidad, sino el de la maldad y no hay que temer, subrayó Jonás Cardona San Juan, superintendente de la Asamblea distrital, al asegurar que las supuestas predicciones sobre el posible fin del mundo sólo causan inquietud en quienes no conocen a Dios.

Al iniciar la asamblea distrital de Córdoba, que se realiza en 114 ciudades más del país, consideró que ante los tiempos críticos que se viven por la inseguridad, crisis económica, violencia y problemas sociales, se debe trabajar en reforzar la predicación para que la población conozca el contenido de la Biblia, y así no tenga temor.

“La Biblia habla de un fin, pero no de toda la humanidad, sino del fin de la maldad, en ninguna de las páginas de la Biblia dice el día y la hora exacta, no lo sabemos; lo que sí vemos son las señales de los que habla la Biblia”, expresó Cardona San Juan, al manifestar que las asambleas se realizan en distintas lenguas indígenas, para que todas las personas entiendan el mensaje.

Y es que la religión evangélica al año incrementa un promedio de 5 por ciento el número de hermanos en el país, por lo que actualmente las 109 mil congregaciones de evangélicos en el mundo, suman a 7 millones 699 mil hermanos de esta religión, por lo que han buscado comunicar en distintas lenguas su labor de predicar.

A la asamblea distrital, indicó que se esperaba la llegada de casi 700 mil personas, durante los 3 días que se llevará a cabo el encuentro con habitantes de Córdoba, Tezonapa, Omealca, Fortín y Tierra Blanca, entre otros pobladores de la zona centro, con quienes se espera compartir el estudio de la Biblia.

Para la comunidad evangélica, el estudio de la Biblia ayuda a fortalecer y proteger el corazón, ante los peligros que pueden enfrentar las personas, por lo que exhortó a que “no se aterrorice su corazón, pase lo que pase mientras uno esté de parte de Jehová el Dios verdadero y nos portemos a la altura de sus normas, no hay por qué temer”.