La “Casa de Nadie”, a pesar de tener sellos de “Clausurado” sigue en operaciones

Señor Director de alcalorpolitico.com

Presidencia y vecinos: Pequeños pasos, pero largo camino

Últimamente parece que es ya parte de la rutina de cualquier vecino de la ciudad de Xalapa estar haciendo el trabajo que correspondería a las autoridades municipales. Sobre todo lo que tiene que ver con el control, vigilancia y amparo del cumplimiento de los reglamentos y derechos de la vida vecinal. Además, se llega a pensar que los reglamentos rigen para unos y no para otros y por eso parecería que en unos casos aplican y en otros no.

En el centro histórico y otras partes de Xalapa, la acción individual y colectiva de los vecinos y asociaciones por poner orden en todo lo que han sido desmanes y abusos, logró poner en evidencia muchas irregularidades en el orden urbanístico, empresarial y cultural que no dicen nada bueno del comportamiento de nuestras autoridades y que muestra una gran falta de profesionalismo, sensibilidad y sentido de servicio público por parte de nuestros funcionarios. Esto ha afectado a la conservación, mantenimiento y mejora del centro histórico, pero no sólo en lo que es su conjunto monumental sino en su estilo y calidad de vida y convivencia.

Sin embargo, por una vez hemos conseguido ver algo de eficacia en el control y regulación de ciertas decisiones urbanística sobre iniciativas empresariales que por razones que no sabemos (o quizás todos sabemos) acaban operando y desarrollando su actividad lucrativa al margen de autorizaciones, permisos, control y cumplimiento de los deberes tributarios.

Eso ha sido el caso de la mejora de ciertos accesos y áreas de paso, y el control y supervisión de ciertos establecimientos cuyas actividades o no estaban autorizadas o habían dado un giro para el cual no tenían permiso ninguno.

La sensibilidad y compromiso en este caso de funcionarios como el Lic. Diego Rincón Aguilar, el Lic. Mauro Solano Lozano, coordinador de Gobernación, y el Lic. Manuel Edgar Portilla Salazar, director de Comercio han facilitado la atención de las demandas por el cumplimiento de los reglamentos y la mejora de las condiciones de habitabilidad de la zona centro. Su capacidad para escuchar las quejas y opiniones de los vecinos afectados, su seguimiento y supervisión en el cumplimiento de los reglamentos y sus funciones han logrado lo que parecía ya un imposible: lograr que el centro sea por un tiempo de nuevo un espacio residencial de descanso y paseo en proceso de mejora y teniendo en cuenta el parecer y anuencia de los vecinos.

Este cambio de actitud queremos creer que es una prueba de que las autoridades intentan deshacer una serie de vicios y usos personalistas y amiguistas, y volver a ser servidores públicos que devuelvan la confianza en instituciones que se han caracterizado por el desinterés, la indiferencia y en algunas ocasiones la complicidad con ciertos grupos y familias que han considerado Xalapa como un patrimonio para su puro enriquecimiento y disfrute.

La clausura temporal de la Casa de Nadie es un ejemplo de esto. Un centro que desde hace más de un año desarrolla actividades a través de cuatro empresas, sin ningún permiso ni anuencia de autoridades y vecinos, ocasionando además situaciones molestas, provocando con sus actitudes y extralimitaciones a los vecinos y usando el edificio y el callejón como su espacio de negocio, es un ejemplo más de lo que otros centros (antros, cafés, cantinas, franquicias, tiendas, etc.) dedicados a la industria del ocio y consumo han hecho del centro un lugar anárquico donde el respeto a los derechos que amparan a los vecinos contra cualquier abuso y daño por parte de terceros ha desaparecido a favor de proyectos lucrativos y promocionales que no tienen en cuenta ni la ley ni el impacto que producen en las personas que tienen que vivir con ello todos los días.

Desde que se hiciera efectiva dicha clausura, el callejón ha recuperado su encanto, ha mejorado la calidad de vida de sus vecinos, que ya logran conciliar el sueño y el descanso en las tardes, noches y fines de semana, y la limpieza del callejón. Pero sobre todo el saber que las autoridades competentes de Comercio e Industria están vigilando para que cualquier apertura o reapertura que se produzca se sujete a derecho y no se haga como parece haberse hecho hasta hoy por complicidad, soborno o influencias. Pero las cosas no acaban poniéndose un sello de clausura o dando un permiso. Algunos vecinos manifiestan que algunos locales están volviendo a tomar un giro que no les está permitido y otros que se saltan las sanciones que se les han aplicado.

Por esto pedimos que se extreme la vigilancia pues nos consta que ya son varias veces las que en algunos de estos espacios clausurados de modo temporal o definitivo, se violan los sellos para realizar actividades clandestinas que ponen en riesgo a sus clientes, pues les hacen cómplices de un delito penado con cárcel.

Dudamos que los inductores en tales casos informen a los participantes de las implicaciones legales (y por qué no, morales) de semejante acción que refuerza el sentido de estar por encima de las leyes que rigen a todo mexicano y que parecen propias de hijos de cacique, prepotentes y altaneros, y que encima se escudan en la supuesta bondad de sus acciones como esos mismos señoritos que alardeaban de beneficencia, progreso y liberalismo, pero que no dudaban en hacer azotar a aquellos que les decían no a sus caprichos.

Vecinos del barrio de San José


Le anexamos oficio enviado a la alcaldesa en espera de una respuesta pronta a las peticiones que en reiteradas ocasiones se le han hecho saber.