La defensa de la vida es la defensa del derecho a decidir de las mujeres: Fray Julián Cruz

En Veracruz existe la doble moral; en el Congreso del Estado falta ética y moral para legislar con responsabilidad, expresó el fundador y asesor teológico de "Católicas por el derecho a decidir", Fray Julián Cruz Alta.

Durante conferencia de prensa, asentó que los defensores de la vida malentienden este término, por lo que lo utilizan de manera errónea.

Refirió que lo único que están defendiendo es una idea, cuando en realidad lo que se debe defender es a las personas, en este caso a las mujeres que tienen la libertad de decidir en el tema del aborto.

De igual modo, criticó la labor legislativa en el Estado, pues señala que no es ético que los diputados hagan leyes que deciden por la mujer.

El asesor teológico se remitió a las bases etimológicas de la palabra “vida”, en este sentido explicó que bios que significa algo impersonal y zoé es un verbo intransferible que significa vivir, es decir: nadie puede vivir mi vida.

En latín, vita es vida, por tanto el tema de defender la vida es erróneo porque en realidad no se respetan los derechos y libertades de cada individuo, prácticamente defienden algo que no se puede defender, acotó.

Fue así que señaló que no se pronuncian ni a favor ni en contra del aborto, pues es una decisión de cada mujer.

"Y yo como hombre mucho menos puedo opinar porque jamás pasaré por un estado de embarazo, se debe defender la vida con base en la libertad de decisión".

Criticó que los legisladores puedan tomar una decisión con respecto a la penalización del aborto con base al concepto biológico y no a las emociones humanas, sentimientos e ideologías.

Expresó que es muy fácil hablar de la vida y volverse defensores de ella, pero en el Estado hay atentados serios en contra de vidas y esos grupos católicos no encabezan las protestas.

El problema, dejó en claro, no es con las religiones, sino que quieran legislar con base en ello, sostuvo Fray Julián Cruz Alta, al recordar que los obispos no fueron votados y por tanto no representan a los católicos; son personajes dignos que tienen que ser es escuchados pero no pueden obligar a quienes legislan a que voten como ellos quieren.