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Sección: Estado de Veracruz

La lucha por los derechos laborales nació en Veracruz y detonó la Revolución de 1910

- Pero el carácter corporativo de sindicatos generó exclusión social de la mayoría, dicen expertos

- Dialogan investigadores en el foro de la UV que analiza impacto de la Independencia y la Revolución mexicanas

Fernanda Melchor Boca del R?o, Ver. 18/05/2010

alcalorpolitico.com


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En el marco del Festival de la Lectura que la Universidad Veracruzana (UV) realiza en esta ciudad el lunes y hasta el viernes 21, este martes dio inicio el Coloquio Centenarios, el cual congregó a varios de los más importantes expertos en historia y política de esta casa de estudios para debatir sobre la vigencia y efectos de la Independencia y la Revolución.

Inaugurado por la vicerrectora del campus, Liliana Betancourt Trevedhan, el coloquio inició con la mesa: “El mundo del trabajo y los derechos laborales” y ahí Leopoldo Alafita, investigador del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la UV, aseguró que “el carácter corporativo del sindicalismo mexicano y su alianza con el gobierno permitieron el establecimiento de privilegios para la burocracia sindical, al tiempo en que generaron la exclusión social de las mayorías nacionales”.

“En su libro El Laberinto de la soledad, Octavio Paz vislumbró ya el carácter del pacto social entre el Estado, representado por el gobierno, y los trabajadores, representados por el sindicato. Esta alianza presupone la otra cara de la moneda de las conquistas laborales: el establecimiento de privilegios a los grandes sindicatos, que fue la cesión de la administración del ingreso laboral”, explicó el investigador.

“No sólo la permanencia del trabajador en el puesto, su ingreso y ascenso está sujeto a la disciplina y las buenas relaciones para los líderes, sino que los mecanismos para asegurar los privilegios de la familia revolucionaria generaron al mismo tiempo la exclusión social de las mayorías.”

Veracruz en la Revolución

En el evento participó también el investigador Joaquín González, quien habló sobre los antecedentes de los cuales partió la actual estructura de los derechos laborales, de la que señala como punto de partida el siglo XIX, con la coexistencia de un desarrollo económico capitalista impetuoso con la falta de derechos para los trabajadores de aquella época.

Para González, los derechos laborales de los trabajadores son precursores de la Revolución Mexicana: “La huelga en Cananea, Sonora, y la huelga en Río Blanco de 1907 son llamadas de atención al país de la desprotección de la clase obrera, de que esa insatisfacción podía desembocar en un estallido social, como finalmente ocurrió en 1910”.

Asimismo, subrayó el hecho de que el sindicalismo mexicano “prácticamente” nace en Veracruz puerto, gracias a la formación de sindicatos y sociedad mutualistas que ya existían desde el siglo XIX por la influencia de las ideas del socialismo utópico europeo, como “El socialista” o “El hijo del trabajo”, filtradas en periódicos que llegaban al puerto, y que planteaban la necesidad de que los trabajadores se debían de proteger a sí mismos, desarrollar formas de resistencia y solidaridad frente a los abusos de las empresas.

Puerta de entrada

El investigador Bernardo García coincidió en destacar la importante participación del estado de Veracruz en el proceso de la Revolución Mexicana, a pesar de que no se llevaron a cabo en su territorio grandes batallas ni existieron figuras como Villa y Zapata.

“Veracruz desempeña un papel importante durante la Revolución y una de las clases sociales que participan son los obreros, a través de un movimiento de lucha por los derechos que se desarrolla de manera precoz en su territorio”, afirmó el investigador.

“No sólo porque era uno de los pocos estados modernos, poseedor de una complejidad y diversidad económica, sino porque fue la puerta de entrada de ideas del socialismo utópico, que permitió rebeliones de carácter agrario y obrero, y la creación en los años veinte de un sindicalismo fuerte y combativo que logra conquistas importantes gracias a esta lucha, a partir de 1915 pero sobre todo después del Movimiento Inquilinario.”

Asimismo, el investigador Manuel Reyna destacó la importancia de la promulgación de la Constitución de 1917, en especial del artículo 123, que significó “magníficos resultados para los trabajadores y sus familias; resultados que no fueron obra y gracia sino producto del esfuerzo, trabajo y lucha para buscar mejores condiciones de vida”.

Para Reyna, los años de lucha para conquistar los derechos de asociación, de huelga, de aguinaldo y servicios médicos, entre otros, encontraron respaldo en el gobierno y algunas figuras clave, como el gobernador Adalberto Tejada, y se comenzó a formar “una relación simbiótica” para el reconocimiento de los derechos ante los patrones.

“El artículo 123 significó un cambio en las relaciones entre trabajadores y patrones, donde el gobierno respaldó a los trabajadores para exigir lealtad”, explicó el historiador. “Entonces el carácter autoritario y excluyente del gobierno se reproduce en el sindicato, que también excluye a las tendencias opositoras, consolidando un mecanismo plenamente identificado con la revolución y que alcanza su máximo esplendor con el cardenismo”.