La maldad, calumnia, y rumores alejan al mundo moderno de los ideales juaristas

“México exige respeto a nuestras decisiones internas. Los mexicanos no admitimos de dentro ni de fuera, nada que hegemónicamente trate de colocarse sobre nuestra autoridad suprema”, definió Marco Antonio Virgen Martínez, diputado del Cuarto Distrito Masónico de la Gran Logia Unida Mexicana.

Al participar en el homenaje a Benito Juárez en el parque que lleva su nombre en esta ciudad, aseveró que el estado que representa esa voluntad soberana nacional no permitirá que ningún otro poder sectario, teocrático o económico se sobreponga.

El líder masónico resaltó que la Carta Magna contiene, garantiza y protege la libertad de creencia, porque cada individuo en su conciencia, puede creer lo que estime ético, individual y socialmente y puede proyectar su inteligencia, su voluntad y su libre albedrío hasta lograr la verdad.

Juárez, refirió, siempre exigió a sus conciudadanos ser juzgado por sus actos y no por sus pensamientos.

“Mis dichos son acciones afirmaba el patricio, su concepción ideológica de la realidad que enfrentó es clara y aleccionadora. Hoy vivimos una nueva etapa, son tiempos distintos, difíciles, de austeridad. Encaramos nuevos desafíos, vivimos en el afán de perfeccionar nuestra democracia. Los veracruzanos sabemos bien que la democracia se alcanza bien con el esfuerzo de todos, con la participación de las fuerzas políticas existentes, con el respeto a la ideología, al sentimiento y a la voluntad de los ciudadanos”, subrayó.

Marco Antonio Virgen Martínez manifestó que los hombres y mujeres de libre pensamiento no deben olvidar que los mexicanos requieren de un país cada vez más integrado, de un México que se fortalezca con una coyuntura social de reformas y cambios.

Un México que se fortalezca con acciones comunes, que habrán de revitalizar la república concebida por Juárez, que darán vida y esperanza al pueblo, fortaleza que conforman una acción integral, que renueve la conciencia nacional e incorpore a luchas positivas, ajenas al acto estéril de una realidad ilusoria que arrastre a posiciones extremistas a los mexicanos.

“Los masones veracruzanos pugnamos porque surjan y se consoliden nuevos liderazgos, que no nos estanquemos en la tecnocracia, que no nos estanquemos en el populismo, que no nos estanquemos en el autoritarismo, porque nosotros somos guiados por un respetable gran maestro. Pugnamos porque el pueblo diga lo que se siente, por lo que estudia, por lo que piensa, razona, por un pueblo que ame la libertad, revolucionario, que comulga con las ideas de Benito Juárez García”, definió.

Consideró que el mundo moderno está muy lejos todavía de alcanzar el ideal juarista, por donde quiera aparece la incomprensión, la maldad, la duda, el rumor, la calumnia y la mentira. Cizañas todas estas que dividen a los hombres, que ocasionan disturbios, desolación e intranquilidad.

Finalmente, expresó que los masones veracruzanos no pueden ver con indiferencia los acontecimientos que pasan ante sus vidas, por lo que consideró un deber de hombre bien nacido, apoyar a las autoridades para lograr la unidad que todos desean sin rupturas, sin improvisaciones, sin desvíos, para transformar las circunstancias que plantean estos tiempos tan difíciles.