La UNC-CNPR del país, firma convenio de erradicación del trabajo infantil

A pesar de que la Agroindustria Mexicana de Azúcar atraviesa por una crisis económica, donde los ingresos de las familias cañeras se ven disminuidos hasta en un 40%, la Unión Nacional de Cañeros A.C., CNPR, firmó el convenio de la declaración de la política “Cero Tolerancia al Trabajo Infantil, con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil.

El objetivo de esto, dijo el dirigente nacional de los cañeros ceneperristas, Carlos Blackaller Ayala, es alcanzar las metas internacionales de erradicar para el año 2016 en que los niños, niñas y adolescentes no realicen trabajos, buscando que para el año 2020, se erradique totalmente el trabajo infantil.

A esta firma de convenio donde asistieron autoridades federales, Blackaller Ayala reconoció que en el caso de la caña de azúcar, el que los menores de edad laboren “forma parte de costumbres o factores socioculturales arraigados y no podemos soslayar el aspecto de carencia económica y el bajo ingreso de las familias que encuentran en la caña su sustento y arraigo en las regiones productoras, esto reduce en gran medida el que se vean orillados a la migración y los riesgos que el fenómeno migratorio implica”, puntualizó.



En este sentido, dijo que como Agroindustria Mexicana de la Caña de Azúcar, se tiene que tener una participación proactiva y ante eso propuso impulsar lo que esté al alcance y posibilidades “y con gusto formaremos parte de las comisiones y grupos de trabajo que contribuyan a alcanzar las metas y objetivos planteados”, dijo.

El Presidente de la Unión Nacional de Cañeros reconoció y resaltó la iniciativa de reforma que presentó el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, a la fracción tercera del artículo 123 de la Constitución, para incrementar de 14 a 15 años la edad mínima de admisión al trabajo.

Aseguró que el sector cañero es vanguardista en esquemas de prestaciones sociales, tanto para los productores agrícolas como para los trabajadores al servicio de los cañeros.



Al hacer historia, dijo que la Seguridad Social en el campo mexicano tiene su origen en el mecanismo legal que se implementó desde el año 1963 y que abrió el acceso a la seguridad social integral de los cañeros y sus trabajadores eventuales.

Los cañeros –aseveró– por conducto de sus organizaciones, han venido incorporando diversos programas de tipo Desarrollo Social, que implican componentes y conceptos para la mejora de la vida en los albergues, desarrollo educativo de las familias y de los propios trabajadores, así como apoyo para mejorar su alimentación.